Fibromialgia, superación y fortaleza mental: la mochila de María Ciudad para conquistar el campo base del Everest
La ejeana ha conseguido dar visibilidad a las patologías que padece a más de 5 mil metros de altura
María Ciudad y Toño Jiménez
Ejea de los Caballeros
Dar visibilidad a la fibromialgia y otras enfermedades a más de 5 mil metros de altura. Era el objetivo de la ejeana María Ciudad, que hace unos días conquistó el campo base del Everest con la mochila cargada de superación y fortaleza mental para hacer frente a la experiencia deportiva más dura de toda su vida. "He hecho mucha montaña pero nunca algo parecido. A parte de mi historial médico, he tenido un poco de mala suerte. Nada más llegar me rompí un dedo de la mano, me pusieron una pinza de tender como tablilla y para adelante. Me he roto una costilla, he tenido problemas digestivos... pero nada ha impedido lograr mi objetivo", comentaba María Ciudad.
Tiene 48 años y padece fibromialgia desde los 15, una enfermedad que causa dolores generalizados en todo el cuerpo y le acompaña toda la vida. A esto se suman varias otras patologías con las que le toca convivir a esta ejeana, que ha encontrado en la montaña su mejor medicina. Así lo lleva demostrando desde hace años, con diferentes expediciones y con logros como el Monte Tubqal de Marruecos, a 4.200 metros en el norte de África. Ahora, su propósito estaba en Nepal. "Ha sido una experiencia única y gratificante. Me ha reforzado mucho más la mente. Por las noches pensaba en todo lo que estaba pasando y sufriendo, y no sabía si al día siguiente podría continuar andando más de 7 horas. Pero, por suerte o por desgracia, desde muy joven me ha tocado convivir con el dolor. Así que pase lo que pase, me obligo a continuar y a ser feliz".
"Nunca he visto a alguien con tanta fuerza mental"
Pero la ejeana no fue sola. Al grupo de montaña de Barcelona le siguió Toño Jiménez, que desde Rivas se sumó a esta aventura. "En el grupo había gente con algún problema de salud, y realmente te das cuenta de la fortaleza mental que tienen. Veía a María cómo todos los días comía y dormía mal, pero a la mañana siguiente le echaba valor, fuerza... empezábamos a andar y todo era alegría. Empezaban a cantar y bailar. Por empatía, decidí subir y bajar sin bastones", explica Toño.
Una aventura a Nepal en la que consiguieron su objetivo: conquistar el Campo Base del Everest, a 5.380 metros de altura. "Cuando entramos al campo base se abrió el sol, como en las películas. Fuimos los primeros en entrar. Abracé a Toño y me quedo con la satisfacción de que, una vez más, me he superado a mí misma. He sido la primera aragonesa en llegar con todas las patologías que sufro", comentaba María Ciudad.