“Todavía está por ver cómo nos afectará a los humanos los efectos de los microplásticos”

Desde que en los años cincuenta se comercializó el plástico hemos generado miles de millones de toneladas de este material de cuyos restos no se libra ni la Antártida, ni tampoco el Pirineo Aragonés. Inés de la Parra asegura que todavía se está estudiando los efectos de los micro plásticos en nuestro ecosistema.

Los microplástico son partículas de plástico de entre cinco milímetros y una micra con sus variaciones en aditivos. Se trata de residuos que llegan por dos vías: por un lado la fragmentación de plástico que desechamos y que van llegando a ‘las partes más inesperados, como la Antártida’ y otra son los pellets de plástico que se comercializan y que llegan también al suelo del planeta. La investigadora del IPE Inés de la Parra Muñoz, trabaja en una tesis doctoral sobre micro plásticos en la Laguna de Gallocanta , tesis dirigida por Jorge Pey e Isabel Marín .

¿Nos afecta?

Pero habla también del Pirineo en cuyos ibones se detectan concentraciones de microplásticos porque como apunta “no nos libramos y es que el turismo de montaña también tiene sus repercusiones”.

¿De qué forma perjudica a los seres vivos? “La estructura no es tóxica, el problema son las sustancias que van con el plástico y que transportan” y que sí son nocivas. Explica la investigadora que: “Al final lo que ocurre es que pueden ser liberados, por eso se está estudiando cómo de tóxicas pueden ser estas sustancias liberadas para los seres vivos”. Es un material fantástico – añade- que sirve además para cosas muy necesarias, pero todavía se está estudiando los efectos de los microplásticos en el ecosistema.