En busca de una solución para el aeropuerto Huesca-Pirineos

Huesca

Se inauguró en 2007, supuso una inversión de 66 millones de euros, y desde entonces ninguna de las iniciativas con las que ha contado ha funcionado, desde traer esquiadores, a la escuela de pilotos. Diferentes instituciones como Gobierno de Aragón, Diputación de Huesca o el Ayuntamiento de Huesca han debatido y han presentado propuestas para darle vida, pero ninguna cuajó. Ahora se plantea un nuevo uso pera esta instalación.

La última es el proyecto Fénix presentado por Vox que llegó esta semana a las Cortes de Aragón y que salió adelante por unanimidad, con la aceptación de varias enmiendas. El objetivo, convertirlo en un centro de formación y entrenamiento en operaciones de emergencias, en la actualidad no hay ninguno de estas características ni a nivel nacional ni europeo.

En el parlamento aragonés la defensa de la propuesta fue a cargo del diputado Juan Vidal que señalaba que con un centro de estas características Aragón podría convertirse en un referente internacional en el ámbito de la gestión de catástrofes y situaciones de crisis.

Desde el Partido Popular, Susana Cobos, recordaba que el Gobierno de Aragón no tiene competencias en esta materia, pero valoraba de manera positiva la iniciativa para dar uso a una infraestructura que anualmente cuesta dos millones de euros su mantenimiento.

Tanto el socialista Daniel Alastuey, como el diputado del PAR, Alberto Izquierdo, insistían en que todos los grupos han presentado propuestas diferentes sobre esta infraestructura y que ninguna ha dado sus frutos. Y es que 17 años después sigue infrautilizada.

Desde Aragón-Teruel Existe Pilar Buj pedía al Gobierno de Aragón su implicación, y ponía el ejemplo del aeropuerto de Teruel, un caso de éxito, entre otras cuestiones debido a la participación del ejecutivo autonómico.

Tanto CHA como Izquierda Unida recordaban los tiempos en los que se construyó, “los del pelotazo urbanístico” y el poco uso que se está dando con una inversión millonaria y un mantenimiento anual que también supone un alto coste, además de acabar con una actividad en la que Huesca era referente, como el vuelo sin motor.