Balance del 2024: Resurge el movimiento vecinal
Los representantes de las plataformas vecinales de Zaragoza repasan lo mejor y lo mejorable del año
Reunión de vecinos 231224
Zaragoza ha experimentado importantes cambios en sus infraestructuras y urbanismo en los últimos años, generando tanto avances como controversias. Diversos proyectos, desde la reordenación del transporte público hasta la integración del río Huerva, han marcado la agenda municipal y han impulsado la participación vecinal. Arturo Sancho, presidente de la Federación de Barrios, y Constancio Navarro, presidente de la Unión Vecinal Cesaraugusta, han pasado por el Hoy por hoy Zaragoza para hacer un balance donde han destacado los asuntos más importantes del año: movilidad, recuperación de espacios para la ciudad y la degradación de algunos espacios del Casco.
En el ámbito del transporte, la ciudad ha reformulado sus líneas de autobuses, lo que ha provocado críticas por parte de la ciudadanía debido a la percepción de una falta de planificación. Además, la posibilidad de ampliar el tranvía ha quedado en suspenso, mientras que se han propuesto alternativas como carriles exclusivos para autobuses con prioridad semafórica. Este debate ha reavivado el interés y la movilización vecinal en torno a las políticas de movilidad urbana.
Otro proyecto relevante ha sido la integración del río Huerva en el paisaje urbano. Aunque se han logrado avances significativos, como la creación de nuevos espacios verdes, la falta de información sobre las fases del proyecto y acciones como la tala de árboles han generado protestas. Vecinos han exigido mayor transparencia y diálogo por parte de las autoridades.
La renovación del casco histórico y otras áreas degradadas también ha sido un tema prioritario. Zonas como Zamoray-Pignatelli han enfrentado problemas urbanísticos y sociales agravados por la pandemia. Ocupaciones ilegales y conductas incívicas han aumentado, evidenciando la necesidad de medidas urgentes para revitalizar estas áreas.
Por otro lado, los Pinares de Venecia y el Parque de Atracciones han sido el centro de un intenso debate. La propuesta de ampliación del parque ha generado división entre quienes abogan por un modelo de ciudad orientado al turismo y quienes defienden la conservación de los espacios naturales.
En este contexto, la participación ciudadana ha cobrado fuerza. Vecinos se han movilizado para expresar sus preocupaciones sobre transporte, sanidad, educación y urbanismo, logrando que sus demandas sean escuchadas. Este resurgir del movimiento vecinal ha subrayado la importancia del diálogo entre administraciones y comunidades para construir una ciudad más equilibrada y sostenible.
Zaragoza se encuentra en una encrucijada donde la modernización debe ir acompañada de inclusión y respeto por las necesidades de sus habitantes. Las decisiones futuras marcarán el rumbo hacia una ciudad más habitable y participativa.