En busca del "misterioso" remitente que mandaba flores a los sanitarios aragoneses en plena pandemia
Durante la crisis sanitaria el departamento de Salud Pública recibió cada 15 dias un ramo de flores de origen desconocido con una tarjeta donde sólo aparecía una palabra. A día de hoy, no saben de quién se trata
Los ramos de flores anónimos que mandaban a los sanitarios aragoneses
Zaragoza
En esta semana que se cumplen cinco años del día en el que todo cambió, surgen historias de la pandemia que no conocíamos. Aquel viernes 14 de marzo, el presidente Sánchez anunció que decretaba el estado de alarma y el confinamiento en los domicilios para intentar hacer frente a un virus tan letal como desconocido hasta el momento, el covid.
Desde los balcones aplaudiamos a los sanitarios cuando llegaban las 20.00 de cada tarde, desde las ventanas oteábamos mejores horizontes y desde las pantallas nos tomábamos el vermú con los amigos y hasta celebrábamos cumpleaños. Entre las cuatro paredes de casa, con el teletrabajo conviviendo con las lavadoras, los niños o el cónyuge, hicimos de todo como pudimos.
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— Radio Zaragoza (@RadioZaragoza) March 13, 2025
Abrimos hilo 👇👇
Pero los que gestionaban la sanidad tenían un plus de dificultad, decidir sobre la vida de todos. En el departamento de Salud Pública del gobierno de Aragón había médicos, periodistas, analistas de datos y un capitán de todos, que era el director general, Francisco Javier Falo. A este veterinario que lleva toda la vida trabajando en la salúd pública todavía se le arrasan los ojos, cinco años después, cuando recuerda el estrés y las dificultades de aquellos meses.
Pero también se le ilumina cuando habla de la solidaridad que aquellos días vivieron. Y hay una historia que le merece un capítulo aparte. Cada quince días, a su departamento llegaba un bonito ramo de flores, en el remite sólo aparecía una palabra, gracias. Hoy, cuando han pasado cinco años, todavía no saben quién fue el o la persona agradecida que se acordaba de ellos sin fallar a su cita quincenal.
Pero Francisco Javier Falo sí recuerda cómo eran aquellas flores. Les hizo fotos que guarda en su móvil y compartimos en esta noticia. No sabe, dice, si somos o no mejores después del covid, pero sí que hubo alguien agradecido que supo valorar aquel ingente y difícil trabajo. Hoy, cinco años después, todavía llega esa fragancia a su memoria.
