'Villa de Sádaba': una escuela inclusiva para niños ciegos en Dosso, Níger
El Padre Rafael Marco impulsa, gracias a las contribuciones de sus paisanos sadabenses, un centro educativo para invidentes en esta localidad nigeriana

El Padre Rafael Marco promueve una escuela inclusiva para niños ciegos en Níger
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La ciudad de Dosso, en el país africano de Níger, cuenta desde enero con una escuela inclusiva para niños y niñas ciegas bautizada como 'Villa de Sádaba'. Se trata de una iniciativa del misionero sadabense Rafael Marco, quien pidió ayuda a algunos amigos del pueblo cincovillés para poder financiar el proyecto. El objetivo del centro es ofrecer educación y formación a menores invidentes en una sociedad donde suelen ser marginados o considerados malditos.

El Padre Rafael Marco con niños y niñas de Dosso (2022)

El Padre Rafael Marco con niños y niñas de Dosso (2022)
El germen de esta iniciativa surgió en la ciudad de Gaya, donde el Padre Rafael Marco conoció a un grupo de niños ciegos que apenas recibían atención en su escuela. Entre ellos, se encontraba una niña de 11 años que le recitó un poema, 'Mañana la luz':
Níger, mi bello país,
no te veo con mis ojos,
pero te veo con mi corazón.
Hoy estoy en la escuela,
quiero trabajar y quiero ser útil para ti,
para que seas más bello.
Quiero trabajar con mis compañeras,
no quiero estar en un rincón
y dedicarme a la mendicidad.
Voy a trabajar por ti con mis compañeras,
y mañana será la luz.
Este emotivo momento fue el detonante para que se decidiera, primero en Gaya, y posteriormente en Dosso, ayudar a este colectivo tan desfavorecido en un país con tanta pobreza como Níger.

Niñas en la escuela inclusiva de Dosso

Niñas en la escuela inclusiva de Dosso
El nuevo centro en Dosso lleva el nombre de esta localidad cincovillesa en reconocimiento a la solidaridad de los vecinos de Sádaba y paisanos del misionero ya que, gracias a sus donaciones, se ha podido financiar la infraestructura y garantizar el acceso a materiales adaptados, como bastones y textos en braille.
Hoy, el proyecto acoge a más de un centenar de niños, quienes reciben formación en braille, movilidad, manualidades y música. El Padre Rafael Marco, con más de 80 años, acaba de volver de allí, y espera que este proyecto permanezca y pueda seguir mejorando la vida de los niños y niñas invidentes de Dosso.




