La fuente vieja de Biota vuelve a ver la luz tras más de 60 años sepultada
Ezequiel Marco, alcalde: “La gente mayor recuerda todo lo que vivió allí y, solo por eso, ha merecido la pena”

La fuente vieja de Biota vuelve a ver la luz
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Biota contará, previsiblemente a partir de Semana Santa, con un atractivo más en la localidad. La fuente vieja, situada enfrente de lo que a día de hoy es el albergue municipal, fue sepultada en los años 60. El alcalde, Ezequiel Marco, escuchó a la gente mayor: “Me decían que la fuente era muy bonita, que había que sacarla”. Les hizo caso, y reconoce que “ellos recuerdan todo lo que allí vivieron y, solamente por eso, ha merecido la pena volver a sacar la fuente”.

Fuente de Biota antes de la Guerra Civil

Fuente de Biota antes de la Guerra Civil
Ezequiel Marco recuerda otras actuaciones del Ayuntamiento para revitalizar Biota, como musealizar el Torreón o poner la oficina de Turismo en el Palacio de los Condes de Aranda. Confiesa que “lo importante es que se hable de Biota, de la Comarca de Cinco Villas, de todo lo que son nuestros pueblos, hay que darles valor porque si no, se mueren”.
De igual manera, subraya que también es importante que sean los vecinos los que digan qué es lo que se puede hacer “con el poco dinero” que les llega. Sus presupuestos “participativos” contaron con el voto a favor de todo el consistorio biotano. En ellos incluyó la obra en la fuente vieja. “En los pueblos hay menos política, vamos todos a una” afirma Ezequiel Marco.

Obras casi finalizadas

Obras casi finalizadas
La intención es que la fuente se inaugure y se ponga en marcha en Semana Santa. El agua está llegando, “la vamos a poder tener como antiguamente” y añade que, tras escuchar a la gente mayor, que le dijo que en verano se solía secar, “hay plan B” porque cerca hay agua potable.

La fuente de Biota ya emana agua

La fuente de Biota ya emana agua
El alcalde admite que es una de las obras que más está disfrutando y de las que más orgulloso está “porque toda esa gente mayor veía casi imposible volver a ver la fuente”. Ezequiel Marco piensa en su madre, “me han dicho que bajaba desde La Venta a coger agua potable”, y recuerda una anécdota que, al escucharla, le chocó, “también aprovechaban para festejar cuando les mandaban las madres y los padres con el cántaro”. Concluye que, el hecho de que toda esa gente vaya a poder disfrutar de la fuente, “para mí, es un orgullo”.




