La compañera de piso de la mujer que asfixió a su bebé asegura que "el niño tenía un golpe en la cabeza y moraduras en las piernas"

Zaragoza

"Se me fue de las manos". Estas fueron las primeras palabras con las que Tatiana Diguele admitió que había asfixiado a su bebé y lo había abandonado cerca del CaixaForum de Zaragoza. Confesó, eso sí, tras dar numerosas contradicciones a los policías. Hoy estos últimos han declarado en la Audiencia Provincial de Zaragoza y han asegurado que contó la verdad de forma "espontánea y voluntaria". Y esto podría hacer que evitase la prisión permanente revisable, como pide la Fiscalía.

También han declarado este martes el padre y los dos conocidos con los que compartían piso cuando ocurrió este suceso. El padre ha declarado que su pareja, la acusada, en ese momento era una madre "normal, yendo a buena" y que su hijo "estaba dentro de la media" en cuanto a lloros, estaba sano y "se reía".

La mujer con la que compartían piso ha declarado que los dos progenitores tenían "una relación normal y que con el niño los dos muy bien". Sin embargo, poco antes del día de los hechos, vio algo que llamó su atención y que ha compartido hoy con el jurado popular. "Tenía un golpe en un lado de la cabeza y moraduras en las piernas", ha explicado.

Ella le llegó a preguntar si el bebé se le había caído, a lo que ella respondió que no. También le recomendó que, "cuando vistiese al pequeño no le apretara mucho las piernas porque le estaba dejando la marca de los dedos".

Varias versiones falsas

Fue el padre el que denunció la desaparición de esta mujer y de su hijo tras horas fuera de casa. Ella, un día más tarde, llamó al 112 pidiendo ayuda tras asegurar que había sido golpeada por un magrebí, secuestrada y que se habían quedado con su bebé. Después de la versión del árabe, explicó que el niño estaba bien con un tal Javier que vivía en la calle Madre Sacramento. También se comprobó que no era cierto. Se aproximaron a la zona del CaixaForum y ella les orientó hacia allí. En ese momento se derrumbó.

"Después de horas de versiones le dije 'el niño está muerto' y fue cuando dijo 'se me fue de las manos'", ha declarado uno de los policías que acompañó a la mujer durante la supuesta búsqueda del bebé.

Tardó unos minutos más en indicar a los agentes donde lo había abandonado. "Le preguntamos donde está el niño y en un primer momento dijo que estaba 'por aquí'", tras insistir, "se puso delante de un banco y me señaló donde estaba el niño fallecido". Toda esta confesión la hizo todavía sin estar detenida. Podría verse beneficiada de ello y que el jurado popular acepte que es una atenuante y que se reduzca su pena de prisión.