El Ministerio confirma que la línea de muy alta tensión Valsalada-Laluenga-Isona no tiene autorización
Afectaba a múltiples localidades de varias comarcas de la provincia El diputado de CHA, Jorge Pueyo, considera que es una victoria de la movilización ciudadana.
Una de las concentraciones en contra de la Autopista eléctrica (foto: X - Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica MAT Valsalada-Laluenga-Isona) / Nuria Garces Ramon
Huesca
En una respuesta parlamentaria en el Senado, el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, ha reconocido recientemente y de forma oficial que la línea de muy alta tensión Valsalada-Laluenga-Isona no cuenta con autorización. En la respuesta del Ministerio se informa de que, puesto que la Generalitat de Catalunya ha emitido informe desfavorable al proyecto y la autorización estaba condicionada a este informe, “las modificaciones al proyecto presentadas por Forestalia no han obtenido la autorización administrativa previa”, ni tampoco “la autorización de construcción”. Asimismo, Red Eléctrica Española (REE) ha comunicado por escrito al Ministerio que la citada línea de muy alta tensión “tiene los permisos de conexión y acceso a la red caducados, por lo que está pendiente de archivo”.
El diputado de CHA y portavoz de Reto Demográfico del Grupo Plurinacional Sumar en el Congreso, Jorge Pueyo, asegura que es un día muy bonito, en el que por fin la lucha de los pueblos y de los movimientos sociales de la Ribagorza y de todo el Altoaragón ha obtenido una victoria importante. Al mismo tiempo, da la enhorabuena a la Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica MAT Valsalada-Laluenga-Isona, por su gran esfuerzo movilizador sostenido en el tiempo.
La línea de muy alta tensión Valsalada-Laluenga-Isona, a la que se le concedió la autorización administrativa previa el 30 de agosto de 2023, afecta a numerosos municipios de las comarcas aragonesas de Hoya de Huesca/Plana de Uesca, Somontano de Barbastro, Cinca Medio, La Litera/La Llitera y Ribagorza, en la provincia de Huesca, y de la comarca catalana de Pallars Jussà, en la provincia de Lleida. Pretendía construir el parque eólico Kappa, de 42 MW de potencia instalada, y sus infraestructuras de evacuación con un trazado de 287 kilómetros, afectando a los términos municipales de Alcalá de Gurrea, Almudévar, Tardienta, Sangarrén, Huesca, Monflorite-Lascasas, Albero Alto, Argavieso, Alcalá del Obispo, Blecua y Torres, Antillón, Angüés, Pertusa, Barbuñales, Laluenga, Berbegal, Ilche, Castejón del Puente, Monzón, Almunia de San Juan, Azanuy-Alins, Peralta de Calasanz, Benabarre, Tolva, Viacamp y Litera y Puente Montañana (Huesca), y Tremp, Castell de Mur, Gavet de la Conca e Isona i Conca Dellá (Lleida).
Protestas contra la línea de Muy alta tensión (foto: X - Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica MAT Valsalada-Laluenga-Isona / Nuria Garces Ramon
Protestas contra la línea de Muy alta tensión (foto: X - Plataforma Unitaria contra la Autopista Eléctrica MAT Valsalada-Laluenga-Isona / Nuria Garces Ramon
Este proyecto había despertado una ola de rechazo en la sociedad y en las instituciones de los territorios afectados. Varios consejos comarcales aragoneses y numerosos ayuntamientos por los que pasaría el trazado de la mencionada Línea de Muy Alta Tensión mostraron su oposición por las afecciones que tendría no solo a nivel medioambiental, sino también sobre la población y el desarrollo económico y social de estas zonas, poniendo en peligro cientos de explotaciones agrarias y, con ellas, el futuro de muchos pueblos, que llevan décadas soportando una enorme carga de infraestructuras energéticas, como embalses que anegaron sus poblaciones y tierras más fértiles, centrales hidroeléctricas y grandes líneas de alta tensión, que han causado gran parte de la despoblación, el envejecimiento poblacional y la pérdida de posibilidades para los habitantes del medio rural.