Copiloto publica “interior/noche”
Javier Almazán "Copiloto" / Jaime Oriz
Huesca
El artista aragonés Javier Almazán, "Copiloto" hace público en redes sociales "Por algo" es una canción extraída del LP "interior/noche". Un álbum en torno al duelo, a saber como infrentarse al vacío que produce la ausencia de las personas. “interior/noche” es el séptimo álbum de Almazán
"Un día alguien entra en tu vida sin avisar y la cambia. Pasado un tiempo esa persona se va. Quizás se va porque así lo ha decidido, de forma honesta y siendo coherente con ella misma, puede que incluso de forma valiente y elegante y sufriendo también en el proceso. La consecuencia es que allí te quedas tú con ese vacío que ahora es tuyo, tu vacío. Y allí mismo comienza el camino más duro, el de reconstruir una vida sin la compañía de la persona amada. El camino del duelo hasta volver a encontrarse con uno mismo. Hoy sabemos que el dolor emocional que produce el rechazo, el sentimiento de exclusión es neurológicamente hablando similar a un dolor físico intenso. Es un desgarro. Te rompes e intentas no entrar en pánico ni perder la dignidad mientras te refugias y comienzas a recomponerte." Así explica este nuevo proyecto artístico Javier Almazán.
Las Canciones “Contacto cero” sirve a Almazán de obertura y no juega con nosotros, desde esta primera canción sabemos cómo va a terminar el asunto. A partir de ahí el oscense nos va marcando el camino. Desde la ilusión de los primeros encuentros, los primeros recuerdos construidos como pareja, el deseo y el sexo (presentes en “La activista y el cónsul” o en el bolero ruidista “De ti, Venecia”), la seguridad de estar en el momento, el lugar y con la persona con la que se desea estar (“Por algo”), la ruptura y el dolor de sentirse rechazado (“El elegido”, “Una calathea”), la sensación de vacío (“Haces magia”) hasta llegar al último acto que es, a la sazón, un nuevo punto de partida (“Amanezco”).
La grabación del disco Grabado a caballo entre Yeste (Huesca) y Zaragoza, entre lo rural y lo urbano, “interior/noche” se fue levantando sobre estructuras monolíticas y una buscada economía de medios. “Ante las infinitas posibilidades que te ofrece un estudio de grabación hoy en día, poner límites a los recursos instrumentales y respetar los sonidos y ruidos que se colaban accidentalmente por los micrófonos me pareció muy adecuado” dice Almazán al respecto. De modo que en el disco se usaron muy pocos instrumentos (unas condiciones de trabajo que ya exploró en su disco de 2021 “Abrazos Salvavidas”) se repitieron muy pocas tomas, no se doblaron líneas de voz ni se añadieron coros. La voz de “Copiloto” nunca antes había sonado así, casi fuera de plano, muy narrativa, muy presente. Una voz al servicio de los textos en una narración que nos van llevando de hito en hito a lo largo de esta historia.