Valdefierro pide la restitución de la línea 24 y sigue la preocupación vecinal por la ampliación del Parque de Atracciones

Zaragoza

Vecinos y asociaciones del barrio zaragozano de Valdefierro han alzado la voz tras la reciente reestructuración del transporte público. La sustitución de la línea 24 y la entrada de nuevos recorridos, como el del 38, han generado una notable preocupación entre los usuarios habituales.

Arturo Sancho, presidente de la Federación de Barrios, ha explicado que los datos sobre el uso del autobús facilitados por el Ayuntamiento no han sido compartidos con las entidades sociales, lo que ha dificultado su análisis. Aunque ha reconocido que el uso del transporte público ha crecido en toda la ciudad, ha insistido en la necesidad de contar con cifras desglosadas para evaluar el impacto real en barrios como Valdefierro.

En paralelo, dos asociaciones del barrio, Las Estrellas y Aldebarán, han realizado un seguimiento propio del funcionamiento de las nuevas líneas. Han analizado la frecuencia y la ocupación de los autobuses, en especial la línea 38, que ha absorbido parte del recorrido de la antigua 24. Según sus observaciones, "en horas punta los vehículos van saturados, mientras que en otros tramos circulan prácticamente vacíos". Además, han denunciado que las frecuencias prometidas por el consistorio no siempre se han cumplido.

A raíz de este estudio, las asociaciones del barrio han propuesto dos medidas concretas para mejorar el servicio: crear una nueva línea 37 que conecte Valdefierro con la Plaza de la Ciudadanía y ampliar el recorrido del 57 hasta Valdefierro y Oliver. Estas sugerencias han sido formuladas sin haber pactado previamente con el Ayuntamiento, y con la intención de ofrecer soluciones dentro del nuevo marco impuesto.

Constancio Navarro, de la Unión Vecinal, ha recordado que durante un pleno vecinal reciente en Valdefierro, el PSOE presentó una moción con cuatro puntos: analizar el funcionamiento de las nuevas líneas, restituir la 24 o establecer una alternativa directa con el centro, mejorar frecuencias y autobuses, y crear un canal permanente de diálogo entre gobierno municipal y oposición. La moción fue aprobada gracias a la ausencia de varios vocales del PP, que tiene mayoría en el distrito.

Sin embargo, vecinos de barrios colindantes, como Casablanca, han manifestado no estar informados de estas propuestas, lo que ha revelado la falta de comunicación entre distritos. Desde Valdefierro han insistido en que su postura siempre ha sido clara: no tocar la 24. Pero ante el nuevo escenario, han optado por adaptarse y proponer mejoras.

Las asociaciones han asumido un papel proactivo, recogiendo datos, dialogando con los usuarios y formulando alternativas. La situación, aún en evolución, ha evidenciado la importancia de contar con datos transparentes y de fomentar una participación real y coordinada entre ciudadanía y administración.

La ampliación del Parque de Atracciones de Zaragoza sigue generando rechazo entre los vecinos

El debate sobre el futuro del Parque de Atracciones de Zaragoza ha cobrado fuerza en las últimas semanas, después de que se haya conocido la compleja situación jurídica y económica en la que se encuentra. Construido sobre suelo municipal en 1974 con una concesión de 50 años, el recinto ha cumplido ya su vida útil administrativa, prorrogándose tan solo un año más mientras se decide su futuro.

Para el presidente de la Unión Vecinal, Constancio Navarro, esta situación ha recordado casos anteriores como el del Casino Montesblancos, cuyas instalaciones han quedado abandonadas y vandalizadas tras su cierre. Por eso, Navarro cree que es necesario un proyecto nuevo para el recinto.

Mientras tanto, el consistorio ha iniciado trámites urbanísticos que han modificado los límites del PGOU donde se ubica el parque, una zona que también alberga otros equipamientos como el campo de rugby, el velódromo y el centro deportivo David Cañada. Los vecinos de Torrero han expresado su preocupación ante posibles talas de árboles, sobre todo pinos centenarios plantados en 1926 en terrenos de difícil cultivo, aunque desde el Ayuntamiento se ha asegurado que solo se eliminarán los “justos y necesarios”.

Desde colectivos vecinales y organizaciones ciudadanas se ha criticado la falta de información sobre el proyecto futuro. Aunque no se ha presentado oficialmente, sí se ha conocido que existen estudios de viabilidad económico-financiera y posibles conversaciones con empresas interesadas. Los vecinos temen que el modelo de parque que se plantee responda más a intereses turísticos o comerciales que a las necesidades de la ciudadanía, en línea con lo que algunos califican como una “ciudad escaparate”.

Los defensores del parque actual han recordado que el recinto ha funcionado durante cinco décadas de forma viable, conviviendo con el entorno natural de los pinares y proporcionando ocio accesible a generaciones de zaragozanos. Denuncian, además, que el proyecto carece de un plan de protección del arbolado y que, pese a las alegaciones presentadas por cientos de ciudadanos, el Ayuntamiento no ha ofrecido información detallada ni ha recogido sus propuestas.

Incluso el Ministerio competente ha recomendado evaluar el impacto ambiental del proyecto una vez se concrete su contenido. Por el momento, sigue sin conocerse con certeza qué se pretende construir, pero el temor a una transformación en un macroparque de carácter comercial o turístico, similar a modelos como Terra Mítica o Isla Mágica, ha reavivado la movilización vecinal.

El debate, por tanto, continúa abierto y ha evidenciado una vez más la necesidad de transparencia y participación ciudadana en la planificación urbana de Zaragoza.