La fauna salvaje diezma el cereal, los frutales y las viñas en Aragón: agricultores y ganaderos salen a la calle
Los sindicatos agrarios y las cooperativas agroalimentarias han recorrido las calles de Zaragoza para pedir medidas urgentes contra conejos, roedores, jabalíes, corzos o castores
Zaragoza
De poco le sirve a Carmen, agricultora de frutales en Chodes, en la comarca de Valdejalón, tener cercado eléctrico en su campo de ciruelas. Los castores y los corzos campan a sus anchas.
Es uno de los testimonios que hemos podido escuchar esta mañana en la manifestación convocada en el centro de Zaragoza - bajo el sonido de grandes cencerros- por sindicatos agrarios y cooperativas para exigir medidas contundentes que controlen la fauna salvaje.
La fauna salvaje diezma el cereal, los frutales y las viñas en Aragón: agricultores y ganaderos salen a la calle - Hora 14 Aragón (30/05/2025)
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No es un problema de ahora pero, con las lluvias de esta primavera, se ha agudizado y hay más ejemplares salvajes.
En las tres provincias aragonesas hay alrededor de 100.000 hectáreas afectadas y los daños se cifran en 45 millones de euros anuales, según las entidades organizadoras de esta protesta.
Son conejos, roedores o jabalíes que se comen el cereal o dañan los árboles y las viñas, excavan los terrenos y destruyen tuberías de riego.
Ciervos, osos y lobos
Vicente, agricultor de Bronchales, en la comarca de la sierra de Albarracín, sufre cómo los ciervos de la Reserva los Montes Universales visitan durante todo el año sus campos de cereales y forrajes. En su caso apunta directamente al Gobierno de Aragón para que controle la población de ciervos y que les indemnicen.
En el caso de la ganadería extensiva de ovino - caprino, el oso y el lobo son sus amenazas, como ha detallado José Luis, ganadero de la Ribagorza.
Control de plagas
Los sindicatos agrarios y las cooperativas agroalimentarias piden que las explotaciones sean viables y que se tomen medidas urgentes, tanto desde el Ministerio como desde la consejería de Agricultura. José María Alcubierre, del sindicato UAGA, apuntaba que en las ciudades se controla la población de ratas o palomas y que en el medio rural les ponen trabas.
Desde ASAJA, Ramón Solanilla alertaba del riesgo de la transmisión de enfermedades, como tuberculosis o peste porcina.
Entre las consecuencias, el abandono de las explotaciones, porque no son viables o la entrada de fondos de inversión que se hacen con cientos de hectáreas que no se cultivan por los agricultores de la zona debido a su baja rentabilidad.
Esther Orera
Editora de informativos Fin de Semana en la Cadena SER Aragón. Licenciada en Periodismo en la Universidad...
