Polémica por la limpieza de los alrededores del Centro de Historias antes de la celebración de un acto al que asistían las principales autoridades de Aragón y Zaragoza

Zaragoza

La celebración del 25 aniversario de la Fundación Adunare el pasado martes en este espacio municipal ha puesto de manifiesto una situación de tensión creciente entre las autoridades, los vecinos del barrio y la realidad de decenas de personas que duermen cada noche en sus inmediaciones del Centro de Historias, junto al Parque Bruil.

Los vecinos comprobaron con estupor cómo los alrededores del espacio, en el que duermen cada noche unas 50 personas en plena calle, se habían limpiado y no quedaba ni rastro del campamento que hace semanas vienen denunciando. Al acto de aniversario de Adunare acudieron autoridades, como el presidente de la comunidad, Jorge Azcón, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca y las consejeras de asuntos sociales de ambas instituciones, Carmen Susín y Marían Orós. Entre los invitados, se encontraba una amplia representación del tejido asociativo de Zaragoza, conocedores de la trayectoria de Adunare, así como la situación que vive el centro municipal y también con estupor comprobaron que del campamento no quedaba ni rastro.

Hoy por hoy Zaragoza preguntó esa misma mañana del martes a la directora de la Fundación Adunare por la elección del lugar de celebración. Esta entidad trabaja desde hace 25 años por la integración y el desarrollo de las personas en situación o riesgo de exclusión. Ruiz reconoció la casualidad del momento que vive el Centro de Historias con la celebración del aniversario; pero para ellos como entidad era importante realizar su acto en un centro de la red municipal.

Sin embargo, esta limpieza ha sido vista por parte del vecindario como un intento de ocultar una realidad incómoda. Representantes de la Asociación de Vecinos Parque Bruil – San Agustín, encabezados por Carmen Turégano, han acudido al evento tras enterarse de la presencia de autoridades. Según han explicado en Hoy por hoy Zaragoza, "el entorno ha aparecido inusualmente limpio, sin rastro de los enseres y colchones de las cerca de cincuenta personas que habitualmente duermen allí". Turégano ha calificado la actuación como un “lavado de cara que ha tenido como única finalidad maquillar la situación real para no incomodar a los asistentes al evento".

La limpieza del espacio trasladó a las personas sin hogar temporalmente al Parque Bruil para despejar el espacio, pero que han regresado al día siguiente al lugar habitual junto al centro. Además, han afirmado que la situación no se reduce a un problema de limpieza, sino que responde a una falta de soluciones estructurales para personas que, en muchos casos, trabajan pero no pueden costear una habitación, ante los altos precios del alquiler.

El ayuntamiento dice que la limpieza del espacio fue rutinaria.

La reacción de los vecinos y de algún grupo municipal, como Zaragoza en Común, ha obligado a que el Ayuntamiento publicara un comunicado en el que dice que "la limpieza efectuada fue una más del refuerzo de limpieza que se está llevando a cabo en esta zona por petición de los vecinos. Desde la empresa encargada de estos trabajos se había trasladado al Ayuntamiento que había zonas en las que no podían limpiar o acceder porque algunas personas se lo impedían, así que se decidió desde el consistorio que la Policía Local ayudara a los trabajadores de la limpieza a desarrollar su trabajo. Tanto en desalojar durante el tiempo de la limpieza la zona, como en escoltar si fuera necesario a estos trabajadores. Estas limpiezas con refuerzo policial se van a desarrollar una vez a la semana y se suman al resto que todos días se desarrollan en la zona".

La polémica ha coincidido con un repunte del debate político en torno a la gestión migratoria y la presencia de personas acogidas a programas de protección internacional que han sido posteriormente expulsadas del sistema. Mientras desde el Ayuntamiento se ha culpado al Gobierno central de una mala planificación, organizaciones sociales como las Hijas de la Caridad han recordado que estas situaciones derivan de procesos de vulnerabilidad y no de una supuesta criminalidad.

La asociación vecinal de Parque Bruil-San Agustín ha señalado que "la respuesta institucional ha sido insuficiente, centrada en discursos y promesas que no se han traducido en acciones concretas. Han insistido en la necesidad de habilitar espacios habitacionales y atender a una población que, aseguran, no causa problemas de convivencia y que solo necesita un lugar digno donde vivir.

La controversia ha puesto sobre la mesa una realidad que vecinos y colectivos llevan tiempo denunciando: la creciente pobreza habitacional y la falta de recursos estructurales en los barrios más afectados. La limpieza puntual del Centro de Historias para la gala ha sido, para muchos, un símbolo de un problema mucho más profundo: el de una ciudad que, según denuncian, oculta su rostro más vulnerable cuando hay cámaras delante.