Gastronomía, tradición y artesanía natural perfuman el Mercado de las Tres Culturas de Zaragoza
La Plaza del Pilar vuelve al medievo para que los zaragozanos disfruten de un viaje de sabores y tradición

Zaragoza acoge el Mercado de las Tres Culturas / Ayuntamiento de Z

Zaragoza
Más de 130 puestos de comida, cultura tradicional y artesanía con productos naturales pueblan el suelo y perfuman el aire del Casco Histórico y Arrabal de la capital aragonesa con el Mercado de las Tres Culturas, en el que se rememora el pasado cristiano, musulmán y judío de la Zaragoza del Medievo.
El recinto permanecerá decorado con estos espacios durante el fin de semana del 14 y el 15 de junio y a estos expositores se sumarán visitas guiadas, juegos infantiles, tabernas y pasacalles. Mientras que la zona central del mercado será ocupada por la cultura cristiana, la judería estará situada en las inmediaciones del Arco del Deán, y el mundo árabe tendrá su espacio más allá del río, alrededor del Balcón de San Lázaro y el puente de Piedra.
Un habitual del mes previo al verano en Zaragoza y que ya supera los veinte años de trayectoria, por lo que gran parte de los vendedores, que han venido de otras partes del país, son asiduos a esta jornada. Es el caso de Ana Belén González, de Ciudad Real, que lleva ya un trienio vendiendo joyas y accesorios en este mercado y que, en esta ocasión, se ha decantado por motivos orientales.
Junto a ella, otros expositores han optado por monederos y carteras de cuero, e incluso hay quienes tejen sus propias telas y bufandas a la vieja usanza, por medio de ruecas. Sin embargo, es la comida la que destila un mayor brillo en los ojos de los asistentes, a base de pulpo, chorizo o manjares latinoamericanos.
"Es muy buena oportunidad para dar a conocer nuestros alimentos diferenciados al público general", ha relatado Francisco Nasarre, de Quesos Guara, uno de los más longevos en este festival y que ofrece un alimento muy consumido en Aragón a lo largo de los siglos. "Dicen los estudiosos que tiene 8.000 años de antigüedad", ha añadido.
Durante su inauguración, la consejera municipal de cultura, Sara Fernández, ha encabezado un desfile plagado de malabaristas, gaiteros, artistas circenses y bailarinas del vientre, que han animado a los primeros curiosos que se han acercado al recinto, con vistas a repetir la experiencia de otros años o de descubrir otras culturas.
"Lo que más me llama son las bisuterías, porque son hechas a mano y la gente se lo curra mucho y son muy artistas. Pero todo está bien en verdad, porque es artesanal. Es una oportunidad para pasar un fin de semana diferente", ha expresado Rebeca, joven zaragozana asidua a otras ediciones de este mercado.
Más allá del negocio, entre las 11 y las 14 horas y de 18 a 20 de la tarde se realizarán varios pases cada día de talleres, dedicados a diversos oficios, como el afilado, la cantería, la elaboración de armas y armaduras, acuñación de monedas o caligrafía árabe, entre otros, que supondrán la guinda de una edición en la que, para la consejera, ser prevé una "gran participación" por parte de zaragozanos y visitantes




