Sabina, una apuesta segura

Zaragoza

Aún estaban las luces encendidas. El Príncipe Felipe, hasta la bandera. Un publico variopinto, compuesto por gente de todo tipo de edades, portaban, en su mayoría, sombreros y camisetas negras, que parecían ser un uniforme. En la parte de delante se podía ver en color rojo y letras cursivas una marca mundialmente conocida, “Sabina”. En la parte de detrás, “Que el fin del mundo nos pille bailando.”.

Aún estaba la gente entre cervezas y búsquedas de asientos cuando en las pantallas ovaladas que cubrían la parte trasera del escenario comenzó a proyectarse ‘Un último vals’. Serrat, Leiva, Ricardo Darín, Vanessa Martin, entre otros iban apareciendo en el videoclip con el que sorprendió el 17 de octubre de 2024 el compositor, Sabina. Pero ¿de verdad sorprendió?

Las más de siete mil personas que llenaron el Pabellón Príncipe Felipe este jueves venían sin dudas. Eran conscientes de que esa noche iban a cantar junto a un Sabina mayor, pero, Sabina. No pasaba desapercibido su aspecto dañado por la vida y los vicios. En las casi dos horas que duro el concierto, a penas se levanto del taburete que le ubicaron en medio del escenario bajo unos potentes focos blancos. Pero, Sabina, es sinónimo de éxito. Una voz, algo quebrada y un ritmo más lento del que le ha caracterizado durante todos estos años. Pero Sabina, sigue siendo Sabina.

'Nunca me cansare de celebrarlo', '19 días y 500 noches', 'Nos sobran los motivos', se cantaban a coro con los brazos en alto la noche del jueves en el Príncipe Felipe.

“Que ganas tenía de venir a Zaragoza, una ciudad que me ha acogido desde que empecé en esto de cantar”. Goya y Labordeta, tampoco faltaron en el speaker de bienvenida.

Sabina se ha despedido –o lo han despedido- en muchas ocasiones de los escenarios, pero esta gira es especial. 'Hola y adiós' parece sí ser la última. Y la ocasión merecía desempolvar canciones como 'Calle Melancolía'. El que avisa, no es traídos, y el compositor lo alerto, “creo que es la segunda canción que escribí, no la puedo cantar como la cantaba en su momento”, pero no importo. El publico zaragozano le ayudo a hacerlo, como fieles seguidores de un mesías que brillaba sobre el escenario. Es Sabina.

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No se apreciaban nervios en su actuación, solo emociones. Posiblemente, nostalgia por los amigos que recuerda y que ya no están, como la gran Chavela Vargas a la que le dedico 'Por el Boulevard de los sueños rotos', canción que compuso junto a ella una tarde de Madrid en la que tomaron, (según él), una copa.

Se apreciaba como la conmoción y el orgullo recorría su cuerpo y se reflejaba en su cara. La conmoción de una carrera llena de éxitos, el orgullo de ver entre su banda, una cantera de selección.

Mara Barros, hace ya unos años que le acompaña y Sabina no le tiembla el ego cuando le toca retirar el taburete e invitarla a que muestre su potente voz. Mara tiene de esas voces que te recuerdan a la copla que sonaban en los viejos transistores y en la televisión de blanco y negro. Sin bata de cola, vestida con una camisa de rejilla y un pantalón negro, se mezclaba la música popular y el rock.

También le dio un merecido protagonismo al guitarrista Borja Montenegro. “Siempre he tenido la ilusión de que alguna de mis letras más rockeras, las cantara un rockero de verdad y en esta gira, lo estoy cumpliendo.”. ‘Pacto entre caballeros’ bajo la voz y la guitarra de Borja, te trasladaban a la gira 'Rock & Ríos' de Miguel Ríos.

Sabina dijo "hola y adiós” y a su público se ha quedado con un signo de interrogación “¿De verdad será la última vez que veamos al maestro sobre un escenario?” Porque sin duda, Sabina no sorprende. Sabina, es una apuesta segura. Sabina, es Sabina.

Otra oportunidad

Tras el éxito con las entradas y por posibilidades tras el montaje, el promotor del espectáculo de Sabina ha anunciado que ha podido lanzar un número de entradas a la venta para poder asistir al concierto del sábado en el Príncipe Felipe a las 21:30 horas. Disponibles en la web del artista.