Balneario de Panticosa: un lugar donde el tiempo se detiene
En verano también entre aguas termales milenarias, gastronomía y naturaleza desbordante

El Balneario ofrece un completo programa de actividades en verano

Con la llegada del verano, El Balneario de Panticosa se presenta como un destino de escapada o vacaciones perfectas para reconectarse con la naturaleza y el bienestar físico y emocional. Ubicado a 1.636 metros de altitud, en el corazón del Pirineo aragonés, este enclave único invita a detener el ritmo, dejarse envolver por la pureza de sus aguas termales y respirar la esencia de la naturaleza en estado puro.
La nueva temporada verano que se ampliará al otoño pone el foco en la experiencia de desconexión integral que ofrece este lugar mágico, donde el murmullo del agua, el aroma de los bosques y la energía de las montañas se conjugan en perfecta armonía.
Termalismo, relax, gastronomía y patrimonio se dan la mano para redescubrir una forma pausada y auténtica de viajar. En el Balneario de Panticosa encontrará una mirada más profunda al universo del Balneario un lugar que es algo más que un destino: una vivencia.
Aguas Termales, el alma del Balneario
Desde hace siglos, las aguas termales de Panticosa han sido un imán para quienes buscan salud y serenidad. De origen milenario y conocidas ya en tiempos del emperador Tiberio, sus propiedades curativas siguen siendo el corazón del Balneario.
Hoy, estas aguas alimentan tres espacios complementarios que combinan bienestar, belleza y tradición: el exclusivo Espacio Termal del Gran Hotel, un rincón íntimo donde el lujo se funde con la calma; las Termas de Tiberio, bañadas por la luz natural y rodeadas de montaña; y el centro terapéutico Balneario El Quiñón, dedicado a la salud física y emocional.
Naturaleza, cultura y emoción
Más allá de sus aguas, el Balneario está rodeado de un entorno privilegiado. En cualquier estación del año, es posible perderse entre cascadas, rutas familiares como la Ruta de la Salud o ascensos a picos de 3.000 mts de altitud como Arnales, Garmo Negro o Argualas. Descubrir su riqueza cultural, como el arte románico de las iglesias de Serrablo y otros atractivos del Valle de Tena, el Pic du Midi d’Ossau en la vertiente francesa, o el extraordinario Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Y para los más aventureros, mountain bike, tirolinas, columpios extremos y telecabinas completan una oferta que combina paisaje, emoción y tradición en partes iguales.
Gastronomía con alma de montaña
En el Balneario de Panticosa, el viaje sensorial continúa en la mesa. La oferta gastronómica combina la calidad del producto local con propuestas variadas para todos los gustos.
Desde la cocina refinada del restaurante El Lago, las propuestas de inspiración tradicional de La Brasserie, hasta la calidez familiar del buffet del Hotel Continental, pasando por las especialidades italianas de La Fontana o el ambiente veraniego de la terraza del Bar El Qbo. Cada rincón ofrece una experiencia distinta, pero todos comparten un mismo hilo conductor: el cuidado por el detalle, la autenticidad y el sabor

José Luis Rodrigo
Desde 1983, primero en Radio Jaca y después en Radio Huesca ha sido director de Radio Jaca, subdirector...