Indignación de la Asamblea 8M y el Colectivo de Mujeres Feministas de Huesca por la supresión de los minutos de silencio antes de los plenos
"Resulta incomprensible que quienes tanto gustan de símbolos de todo tipo, rechacen ahora este minuto de silencio"

Pleno del Ayuntamiento de Huesca

Huesca
Desde la Asamblea 8M y el Colectivo de Mujeres Feministas de Huesca muestran su indignación ante la resolución aprobada en el pleno municipal en la tarde de este jueves por la que se suprime el minuto de silencio en señal de repulsa por los asesinatos machistas, antes de los plenos.
Los argumentos esgrimidos tanto por el PP como por Vox y el concejal no adscrito “son patadas a años de avances en la lucha contra las violencias machistas y, en particular, contra la violencia de género. La causa de estos asesinatos fue nombrada por vez primera por el movimiento feminista y reconocido mayoritariamente por profesionales y expertas de todo tipo como la violencia más ancestral que venía normalizándose como parte de aquel ‘mi marido me pega lo normal’ que tanto nos resuena aún”.
Indican que “resulta incomprensible que quienes tanto gustan de símbolos de todo tipo, rechacen ahora este minuto de silencio, precisamente tras el día más aciago para las mujeres de los que llevamos de año, con cinco mujeres asesinadas y el hijo de una de ellas de tan solo dos años. ¿Cómo se atreven a decir que el minuto de silencio ha dejado de tener sentido? ¿Nunca más este consistorio hará un minuto de silencio por ninguna víctima? ¿No habrá más minutos de silencio en ningún acto institucional? ¿Desde cuándo los minutos de silencio han servido para acabar con ninguna violencia? Cuando era ETA quien asesinaba, nunca se esperó de los minutos de silencio que acabaran con la banda terrorista y, sin embargo, formaba parte de la forma en que la sociedad expresaba su repulsa por cada asesinato y su solidaridad con las víctimas y familiares”.
“Nombrar a las víctimas siempre fue un acto de reconocimiento y un acto de mínima reparación colectiva. Pero para acabar con la violencia etarra hicieron falta muchas otras medidas. De la misma manera, cuando algunas voces feministas han cuestionado los minutos de silencio no ha sido tanto por su significado, sino por entender que no iban acompañados de medidas más eficaces para conseguir erradicar el machismo que alimenta estas violencias. Acabar con la violencia más enraizada en nuestra sociedad patriarcal no va a ser fácil. Las luchas por los derechos de las mujeres siempre han sido largas y dolorosas”, explican.
Recuerdan, sin ir más lejos, “que conseguir el derecho al voto que hoy ejercen millones de mujeres que en nada se identifican como feministas fue una conquista de aquellas pioneras feministas que se enfrentaron a todo tipo de obstáculos, insultos, agresiones, encarcelamientos y hasta la muerte durante más de 50 años desde finales del XIX hasta bien entrado el XX. Es más, algunas de las mujeres que hoy ejercen el voto están votando en contra de los derechos de las mujeres, por paradójico que parezca”.
“Este equipo municipal, no sólo no anuncia nuevas medidas para proteger a las mujeres y a sus criaturas del machismo asesino, sino que elimina uno de los símbolos del consenso social contra la violencia de género. El siguiente paso es borrar su nombre y negar su realidad, para que vuelva a ser la violencia que no tiene nombre o el insoportable ‘crimen pasional’. Cuando los datos de mujeres bajo protección por violencia de género sólo en la provincia de Huesca siguen aumentando y nos resultan alarmantes (casi 600 mujeres), resulta que a la alcaldesa Lorena Orduna y a su equipo de gobierno no le parece un contexto ‘serio de verdad’ para mantener un minuto de silencio “contundente” cuando se produce un nuevo asesinato machista. O han perdido el norte o hasta ahora estaban disimulando”.




