Torreciudad celebra medio siglo de historia entre la devoción popular y el pulso institucional con la diócesis
El santuario acogió una misa conmemorativa y un concierto de órgano y guitarra en un contexto marcado por su disputa jurídica y eclesial
Eucaristía Torreciudad.
Torreciudad.
Torreciudad, uno de los enclaves de turismo religioso más destacados de Aragón, conmemoró este lunes el 50 aniversario de la inauguración de su actual templo. Lo hizo con una eucaristía de acción de gracias presidida por el sacerdote Ángel Lasheras y concelebrada por representantes de la Diócesis de Barbastro-Monzón y del Opus Dei, además de un concierto de órgano y guitarra que cerró una jornada emotiva para muchos fieles.
La misa, celebrada a las 11 de la mañana, evocó la histórica ceremonia del 7 de julio de 1975 con la que se abrió oficialmente el altar mayor del templo, coincidiendo con el fallecimiento de su fundador, San Josemaría Escrivá de Balaguer. La celebración incluyó la presencia destacada del vicario del Opus Dei en Barcelona, Ignasi Pujol, y de diversos miembros del clero diocesano.
Por la tarde, la música tomó el relevo con una actuación de la organista titular Maite Aranzábal y el guitarrista Guillem Pérez-Quer, poniendo el broche final a una jornada con sabor a efeméride y a futuro incierto.
Con más de 185.000 visitantes anuales y cerca de 12 millones de peregrinos desde su creación, Torreciudad se ha consolidado como un pilar del turismo espiritual en España. El templo, promovido por el Opus Dei junto a la histórica ermita del siglo XI, fue diseñado por el arquitecto Heliodoro Dols, fallecido el pasado mayo, y contiene una imagen de la Virgen esculpida por Joan Mayné que simboliza la devoción secular de esta tierra.
A pesar del ambiente festivo, el aniversario llega en un momento especialmente delicado para el santuario. Desde hace dos años, Torreciudad y la Diócesis de Barbastro-Monzón mantienen un desencuentro sobre el estatus jurídico del enclave. El conflicto se agudizó a raíz de una solicitud del Opus Dei en 2020 para formalizar su reconocimiento como santuario canónico.
Ante la falta de acuerdo, en septiembre de 2024 la Santa Sede intervino y nombró al Monseñor Alejandro Arellano como Comisario Pontificio para mediar en la situación. Ambas partes aceptaron el arbitraje vaticano, pero la tensión no ha desaparecido.
La semana pasada, la diócesis elevó una nueva petición al Papa León XIV para que Torreciudad sea reconocido como Santuario Internacional, dependiendo directamente del Vaticano. Además, ha solicitado el regreso de la imagen original de la Virgen a la ermita románica primitiva, lo que añade un nuevo capítulo a esta compleja relación institucional.
La conmemoración de los 50 años de Torreciudad ha dejado imágenes de fe y celebración, pero también refleja el momento de transición y redefinición que atraviesa el santuario. Entre la herencia de San Josemaría y los caminos que pueda marcar Roma, el futuro de este enclave espiritual parece estar más vivo —y más observado— que nunca.
