La Fiesta de la Longaniza de Graus consigue un nuevo éxito
Más de 10.000 raciones de longaniza se repartieron entre el numeroso público asistente

Momento de la colocación de la parrilla con la longaniza en las brasas

Graus
La Asociación de Fabricantes de Longaniza de Graus ( Aventín, Melsa y Maella), la Asociación de Mujeres “Santa y el Ayuntamiento de Graus Águeda” celebraron este sábado la trigésimo cuarta edición de la Fiesta de la Longaniza que consiguió un nuevo éxito de público. La Fiesta, declarada de Interés Turístico de Aragón, resultó una de las más multitudinarias de los últimos años. La organización repartió más de 10.000 raciones de longaniza.
La inauguración de los actos de la Fiesta de la Longaniza tuvo lugar el pasado viernes y estuvo a cargo de la joven chef con estrella Michelín, Iris Jordán, una figura emergente en la alta cocina.
La tastadora este año fue la periodista Pepa Fernández que destacó en su intervención que la “longaniza es un producto identitario del territorio”, al mismo tiempo que agradeció la invitación de la organización.
El presidente de la Asociación de Fabricantes de Longaniza de Graus, Mariano Ciutat, realizó un balance altamente positivo por la alta participación del público y destacó que cada “año la fiesta se supera por el respaldo del público”.
La Fiesta de la Longaniza es un evento que combina historia, gastronomía, espectáculo y proezas técnicas con un ingrediente estrella: la longaniza más larga del mundo.
En 1996, Graus entró en el Libro Guinness de los Récords con una longaniza de 505 metros, elaborada de una sola pieza. Hoy, esa cifra casi se ha duplicado, superando el kilómetro de longitud, y convirtiéndose en una de las tradiciones más impactantes y sabrosas del verano aragonés. Para hacer posible la cocción de esta gigantesca pieza, en 1997 se diseñó una parrilla gigante de 25 metros cuadrados, construida con 875 kg de hierro, que también obtuvo su propio récord Guinness como la parrilla más grande del mundo. Esta estructura única se voltea con la ayuda de un camión grúa, y su manejo requiere una minuciosa técnica para evitar que se deforme con el calor.
La preparación y el asado de la longaniza no son tareas sencillas. Los cocineros y parrilleros, verdaderos artesanos del fuego, controlan la temperatura de las brasas con una habilidad adquirida a lo largo de los años. Se guían por el color del carbón y su experiencia, ajustando la distancia entre las brasas y la parrilla para conseguir que la longaniza esté perfectamente cocida y jugosa en su punto exacto.
Cada año, se elaboran alrededor de 1.000 kg de longaniza, que se reparten en más de 10.000 raciones entre los asistentes, en un acto multitudinario que recrea el espíritu comunitario de la matacía tradicional: un antiguo ritual donde familias y vecinos se reunían para trabajar juntos, compartir alimentos y celebrar su vínculo con la tierra. El momento culminante de la fiesta es el encendido de la parrilla gigante y la cocción de la longaniza más larga del mundo.
La Fiesta de la Longaniza de Graus, declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón, sigue creciendo y consolidándose como un referente cultural, turístico y gastronómico en España. Un evento que transforma una tradición ancestral en un espectáculo colectivo lleno de sabor e identidad.
La Fiesta de la Longaniza, declarada en 2013 Fiesta de Interés Turístico de Aragón, tiene su origen en 1992 como un homenaje al comercio, el turismo y a uno de los productos más emblemáticos del territorio: la Longaniza de Graus, elaborada artesanalmente siguiendo recetas heredadas de generación en generación. El evento ha conseguido aunar en un mismo espacio lo festivo, lo gastronómico y lo patrimonial, en un formato innovador que mantiene viva la esencia de la antigua matacía.
Récords mundiales y una longaniza de más de 1.000 metros
En 1996, Graus entró en el libro Guinness de los récords con la elaboración de la longaniza más larga del mundo, de 505 metros. A día de hoy, esa cifra casi se ha duplicado, superando el kilómetro de longitud. Para asarla de una sola vez, en 1997 se diseñó una parrilla gigante de 25 metros cuadrados, que se voltea con la ayuda de un camión grúa, proeza que también fue reconocida como récord Guinness.
Cada año, se preparan alrededor de 1.000 kg de longaniza, que se reparten en más de 12.000 raciones entre los asistentes, generando un ambiente festivo y comunitario que rememora el antiguo ritual de la matacía, cuando familias y vecinos se reunían para elaborar productos cárnicos y compartir mesa.
El tastador: figura clave entre la tradición y el presente
Desde 2011, la fiesta recupera la figura del tastador o tasté, figura tradicional de la matacía encargado de comprobar y ajustar el punto de adobo de la carne. En la actualidad, esta figura ha evolucionado hasta convertirse en el embajador de la Longaniza de Graus, encargado de catar la longaniza asada por motivos de seguridad alimentaria y de representar al producto durante todo el año.
Tastadores: Antonio Angulo (2011), Carlos Barrabés (2012), José María Vilas Aventín (2013), Santiago Costa Miranda (2014), Toni Piniés (2015), Luz Gabás (2016), Ildefonso García Serena (2017), Inés Plana Giné (2018), Manuel Campo Vidal (2019), Ignacio Cardona Orozco (2020 y 2021), Eugenio Monesma (2022), Enrique Serveto (2023), Mari Pau Huguet (2024) y Pepa Fernández (2025).
Un sector cárnico con más de 600 años de historia
Graus cuenta con una histórica vinculación al sector cárnico, siendo uno de los referentes económicos de la Comarca de la Ribagorza desde la Edad Media. Prueba de ello es Casa Maella, situada en la Plaza Mayor, considerada el despacho de carne más antiguo de Aragón, con documentación que se remonta al año 1415, aunque se presume de actividad anterior.
Otra familia clave es la de los Egea, fundadores de Embutidos Melsa en 1860, quienes ya aparecen en registros del siglo XV vinculados al comercio de la carne. En 1990, junto con Embutidos Aventín y la propia Casa Maella, constituyeron la Asociación de Fabricantes de Longaniza de Graus, uniendo esfuerzos bajo la marca colectiva registrada “Longaniza de Graus”.
Raíces con sabor a futuro
La Longaniza de Graus sigue siendo hoy un emblema de identidad local, fruto de una tradición profundamente arraigada que ha sabido evolucionar sin perder su esencia. La fiesta no se limita a la celebración del pasado, sino que reivindica su vigencia apostando por la innovación y la conexión con las nuevas generaciones.




