Curas 'a la carrera' para atender las numerosas misas de las fiestas patronales del puente de agosto

Tarazona

Además de los músicos, camareros, concejales de festejos o artistas en general, este puente de agosto es temporada alta para los sacerdotes rurales. Encargados de varias parroquias, las fiestas patronales suponen poner en marcha toda una logistica para atender las numerosas misas y procesiones en honor a los patrones locales.

El día de la Virgen de Agosto comienza temprano para el sacerdote Alfonso García Bermejo, un curtido cura de pueblo con 14 parroquias a su cargo de las que cinco celebran este puente sus fiestas patronales. A bordo de su Sandero, recorre contrarreloj las intrincadas carreteras de la comara del Moncayo soriano para afrontar cinco misas, dos procesiones, un concierto de mariachis en la iglesia de la Matalebreras y la subasta de roscos con la que sufregar los gastos anuales de la pequeña ermita de los Ulagares.

¿Cómo lo hace? "De mala manera, la verdad, al que le pones la misa a las 11 se enfada porque es pronto, al que se la pones a la una de la tarde también porque tiene poco tiempo para el vermú, pero es lo que hay", asegura. Los primeros en recibir la misa serán los de Hinojosa del Campo, de ahí a Pozalmuro después Matalebreras. Por la tarde le tocará a Castilruiz. Para el resto de pueblos "les he ido adelantado la misa semana al jueves, la Iglesia lo permite".

Toda una organización que se extiende además a la puesta a punto de los templos que, en muchas ocasiones, apenas se abren el resto del año, "donde hay gente joven son ellos los que se encargan de limpiar el templo, para el resto hemos contratado a una empresa de limpieza que además quita las telarañas y el polvo de las paredes", de decorar "se encarga una floristería que va de pueblo en pueblo", el objetivo es "que todo esté limpio para el día grande de las fiestas"

Con menos parroquias a su cargo, los sacerdotes de la Diócesis de Tarazona también redoblan turnos este puente de la Virgen. Se hace con gusto, ya que "las iglesias de los pueblos pocas veces están llenas". Los que están en fiestas son prioritarios y "al resto se les pide comprensión y lo entienden", explica Miguel Antonio Franco, quien se dividirá entre San Martín del Moncayo y los Fayos

La concentración de fiestas patronales en este puente no es casualidad, sino fruto el éxodo de sus vecinos. Aunque antaño se celebraban en otras fechas del año, "se aprovechan ahora los días de mayor afluencia de los hijos del pueblo para mantener sus tradiciones", lo que multiplica el trabajo de los párrocos pero también los llena de gozo "estos días comentamos entre nosotros lo bonito que sería que estuvieran siempre así los pueblos, el resto del año, sobre todo en invierno, es muy triste".