40 años del estreno de La Vaquilla. "Menudo verano nos pegamos"

Zaragoza

Sos del Rey Católico ha celebrado los 40 años del estreno de La Vaquilla recordando cómo este rodaje ha transformado la vida del pueblo durante aquel verano de 1984. Dos vecinas, Marga García e Inés Muñoz, que participaron como extras, han compartido la emoción en Hoy por hoy Zaragoza de haber formado parte de una de las películas más recordadas de Luis García Berlanga.

La localidad acogió durante tres meses al equipo artístico y técnico, y las vecinas han relatado que la experiencia fue como una fiesta continua. Han contado que, entre escenas, los músicos de la banda local se ponían a tocar cuando la lluvia obligaba a detener el rodaje, y que los figurantes, todavía con sus disfraces, se ponían a bailar bajo los soportales de la plaza.

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Marga ha recordado que, con solo 21 años, tuvo tenido la suerte de recibir indicaciones directas del propio Berlanga en una de sus escenas. Ha explicado que "aquellas jornadas fueron intensas, pero también llenas de convivencia, comidas populares y con hasta una paella con ternasco organizada en el castillo". Sigue guardando con mucho cariño la entrada del preestreno en Zaragoza, al que asistió con una ilusión que todavía conserva intacta.

Por su parte, Inés ha contado que su entusiasmo por salir en la película le llevó a colarse en varios planos. Ha recordado divertida cómo el propio Berlanga le pidió que "retirara la cabeza para poder seguir rodando". Finalmente, apareció en una escena improvisada junto al actor Juanjo Puigcorbé, un detalle que no descubrió hasta que vio el estreno en la gran pantalla y que ha agradeció al director como un auténtico regalo.

Ambas han coincidido en que lo más emocionante ha sido convivir con algunos de los actores más importantes del cine y el teatro español. Han asegurado que José Sacristán, Alfredo Landa, María Luisa Ponte o Agustín González se mostraron cercanos y amables, mientras que con los actores más jóvenes, como Santiago Ramos, Carles Velat o Guillermo Montesinos (Willy), entablaron una relación de especial complicidad. Incluso fueron invitadas al cumpleaños de Sacristán, un recuerdo que ha permanecido muy vivo cuatro décadas después.

Hoy Sos mantiene muy presente ese legado con la ruta de La Vaquilla, que recorre los rincones donde se rodó la película y que se ha convertido en un homenaje permanente a Berlanga y a su equipo. Para Marga e Inés, aquellos meses han sido mucho más que un rodaje: han marcado su juventud y han dejado un recuerdo imborrable que, 40 años después, siguen relatando con entusiasmo como si hubiese ocurrido ayer.