La Plataforma "Árboles Vivos Huesca" convoca a una nueva concentración para rechazar políticas arboricidas
Recuerdan que son plurales y apartidistas que rechazan un urbanismo que consideran obsoleto

Manifestantes durante una concentración contra la tala de árboles en Huesca / Iulia Mihaela Marinescu

Huesca
“Hoy queremos compartir la voz de la ciudadanía de Huesca, que se une en defensa de su patrimonio natural”. Así convoca la recientemente creada Plataforma Árboles Vivos Huesca a los oscenses, a las 7 de la tarde a una acción simbólica con cacerolada, para rechazar políticas que consideran obsoletas, y arboricidas, ya que conllevan la tala de árboles sanos. Además, desde la Plataforma, frente a las acusaciones que les vinculan con partidos políticos, se recuerda que es un movimiento vecinal, plural, apartidista, que cuenta con el apoyo de diversos colectivos, como la Federación de Asociaciones de Barrios de Huesca, y que incluye a gran diversidad de gente de toda la ciudad.
Critican la falta de transparencia del Ayuntamiento de Huesca, que ha difundido un plano sin identificación oficial ni validación técnica. Esto ha generado desconfianza y muchas preguntas entre los vecinos. Exigen documentación clara, verificable y accesible, conforme a las normativas de transparencia, y anuncian que están revisando la documentación técnica para esclarecer dudas y contradicciones.
“Nos negamos a aceptar un urbanismo anacrónico e insostenible que tala árboles sanos para construir rotondas, plazas de aparcamiento o volver a plantar otros árboles”, aseguran.
El objetivo de la Plataforma es claro: proteger los árboles y el medio ambiente frente a un modelo urbanístico que consideran obsoleto. “Huesca tenía una brecha urbanística desde hacía décadas en el polígono Harineras, y su urbanización suponía una auténtica oportunidad histórica para tejer ciudad, para cubrir las necesidades de una ciudad en crecimiento pero también para ser valiente y apostar por un urbanismo realmente sostenible, de escala humana, que integrara el arbolado existente, que armonizara el crecimiento urbano con la protección del patrimonio verde, que incorporara las infraestructuras verdes como estrategia de acción frente al cambio climático y la crisis ecológica”.
Denuncian que el proyecto de una nueva rotonda, que lleva casi 20 años sobre la mesa, supone la tala de árboles sanos y la pérdida de espacios de convivencia. La plataforma propone un urbanismo sostenible, que integre el arbolado existente y responda a la emergencia climática. Aseguran que “aún estamos a tiempo de corregir errores y evitar nuevos, apostando por alternativas más respetuosas con el entorno”
Desde la plataforma lo tienen claro: “La ciudad para quien la habita. ¡No a la tala, sí a la vida!”




