Huesca celebra la fiesta del Santo Cristo de Los Milagros
El Santo Cristo de los Milagros ha sido trasladado desde su capilla y hasta el altar mayor de la Catedral de Huesca
La Catedral de Huesca acogerá un año más la celebración del Santo Cristo de Los Milagros. Desde las ocho de la mañana con la recepción de los peregrinos serán miles de personas las que pasen ante una de las imágenes más veneradas en la capital y en pueblos próximos.
Las celebraciones religiosas comenzarán a las ocho, después le seguirán misas a las 10, 12 y la solemne a las 19 horas donde se espera contar con una alta participación de fieles.
En la primera misa, la de ocho de la mañana, tendrá lugar la procesión en la que se trasladará la imagen de su camarín hasta el altar mayor.
Los fieles podrán acercar objetos personales para pasarlos por el manto del Cristo, un gesto cargado de emoción y fe. “Es impresionante -expresó la priora-, porque toda la gente quiere tocar el manto. Hay una devoción inmensa”. La misa pontifical tendrá lugar a las 19:00 h. Posteriormente, la imagen regresará a su camarín en procesión, culminando así la fiesta.
Uno de los aspectos más llamativos de esta devoción es el cuidado con que la cofradía custodia los mantos del Cristo. Existen actualmente más de 40 mantos, muchos de ellos donados por familias devotas, y se utilizan según el calendario litúrgico. Las camareras de la cofradía son las encargadas de vestir al Cristo, un privilegio que, en palabras de las propias cofrades, resulta “muy emotivo, casi como poder abrazarle”.
Este año, además, la imagen estrenará un nuevo manto de color rojo, que se sumará al rico ajuar de la hermandad. “Es el número 43 -precisaron los responsables-. Normalmente llevan en la parte posterior la inscripción con el nombre de la familia donante”.
La Cofradía del santo Cristo de los Milagros cuenta actualmente con 1.430 cofrades, una cifra que refleja su vitalidad. El tesorero subrayó que “la catedral se llena durante toda la Novena, pero especialmente el día 12, en que no cabe un alma desde la mañana hasta la noche”. El viceprior, por su parte, recordó que el contexto actual hace que esta devoción tenga todavía más sentido: “Como el mundo está tan revuelto, todos venimos a pedir. Y al Santo Cristo siempre hay que pedirle muchas cosas”.
