Laguarta alza la voz por su patrimonio tras el deterioro de una vivienda declarada BIC
Tras el desprendimiento de uno de los escudos de la fachada de una gran casa palaciega en este pueblo de La Guarguera

La denuncia llegaba con el siguiente comunicado de la Sociedad de Propietarios del pueblo de Laguarta
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Este pasado fin de semana los vecinos del pueblo de Laguarta, en el valle de La Guarguera de Sabiñánigo, se han encontrado un gran escudo de piedra que lucía en la fachada de una casa señorial en el centro del pueblo caído en el suelo. Su queja suma al daño en el patrimonio histórico la peligrosidad para los viandantes y vecinos del pueblo, por lo que han querido alzar la voz para exigir al ayuntamiento de Sabiñánigo y a la dirección general de Patrimonio la inversión necesaria para frenar el deterioro y poner en valor este inmueble.

Escudo que se desprendía de la casa

Escudo que se desprendía de la casa
La denuncia llegaba con el siguiente comunicado de la Sociedad de Propietarios del pueblo de Laguarta:
DETERIORO DEL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO DE LA ESPAÑA VACIADA: ESTE FIN DE SEMANA HA CAÍDO EN MITAD DE LA VIA PÚBLICA UNO DE LOS PRINCIPALES ESCUDOS DEL BIEN DE INTERÉS CULTURAL CASA EL SEÑOR, EN LAGUARTA, SABIÑÁNIGO
El núcleo de Laguarta, en el término municipal de Sabiñánigo, alberga auténticos tesoros del patrimonio cultural y arquitectónico aragonés, uno de ellos reconocido con la más alta categoría que otorga la legislación a la protección del patrimonio cultural, como es la de Bien de Interés Cultural (BIC).
De esta supuesta protección goza el edificio conocido como Casa El Señor, que data del s. XVI, una imponente edificación fortificada de tres cuerpos, plagada de escudos e inscripciones en sus fachadas, y cuyo propietario es el Ayuntamiento de Sabiñánigo.
Incumpliendo la Ley de Patrimonio Cultural aragonés que obliga al titular de un BIC a mantenerlo y conservarlo, esta joya arquitectónica lleva años deteriorándose de manera acelerada y visible, sin absolutamente ninguna intervención, con un grave riesgo para vecinos y visitantes: continuamente caen losas del tejado y otros elementos del edificio, situado en mitad del casco urbano de Laguarta, sobre la plaza, la calle principal, y el camino de San Urbez (GR 268), por donde transitan numerosas personas.
De hecho ante la insistencia de los vecinos por la caída de losas del tejado y materiales de las fachadas, la única solución provista ha sido rodear el perímetro del edificio con vallas amarillas de obra, lo cuál además del efecto visual sobre nada menos que un BIC, del que cabe preguntarse si le sería permitido a un propietario particular, no es solución pues debido a la gran altura del edificio las losas del tejado caen fuera de este perímetro, y la única forma de eliminar el riesgo es impedir en absoluto el acceso a todo el centro del pueblo: a la Iglesia, a la plaza del pueblo, a la Calle del Pilar, al camino de San Urbez: en definitiva clausurar el pueblo.
Y lo que avisaban los vecinos, finalmente se está produciendo: este final de semana se ha caído en mitad de la vía pública, uno de los principales escudos de la fachada de este Bien de Interés Cultural inscrito en el SIPCA del Gobierno de Aragón.
Lo que se temían ha sucedido: un elemento de gran valor patrimonial como es este escudo tallado en piedra de grandes dimensiones, con un peso entre 200 y 300 kg, en un lugar que no sólo es calle sino también camino público señalizado (GR 268) donde horas antes había niños del pueblo jugando, peregrinos del camino de San Úrbez transitando, y vecinos del pueblo retirando restos caídos del edificio y desbrozando la calle.
En resumen, que si ese gran escudo de piedra llega a caer horas antes cuando había gente en ese mismo punto de la calle, desde la altura de unos cuatro metros donde se situaba, hubiera matado a varias personas.

Pared de la casa sin el escudo

Pared de la casa sin el escudo
Los vecinos se han dirigido hoy mismo al Ayuntamiento de Sabiñanigo y a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, para pedir su intervención de manera urgente: el Ayuntamiento viene informando desde hace años de que tiene elaborado algún tipo de proyecto para la restauración, al menos de las cubiertas del edificio, y que va buscando financiación para el mismo, pero si lamentablemente no se consigue avanzar en ello como informa el Ayuntamiento, se deberá buscar una solución que garantice la seguridad de las personas y la conservación del edificio, tanto de las cubiertas como de las fachadas, de las que caen materiales continuamente, el más grave hasta ahora, el escudo.
En ese sentido, los vecinos han trasladado que entienden las dificultades, pero que la falta de financiación no exime a un particular, y menos en este caso a la Administración, de sus responsabilidades cuando el estado de un bien de su propiedad, y más un BIC, está poniendo en riesgo a las personas que transitan por la vía pública.
No es esta la única joya patrimonial camino de la desaparición en este núcleo de población del Valle del Guarga, todo un ejemplo de la España vaciada: este pueblo alberga una de las primeras minicentrales hidroeléctricas del Pirineo, que data de 1918, y cuya gestión también se encuentra en manos del Ayuntamiento.
Como reflejó en su momento la prensa, nada más celebrar su centenario en el año 2018 y tras los desmontes del terreno realizados por una empresa pública bajo su línea de alta tensión sin las correspondientes autorizaciones y control, la minicentral. los tubos y la balsa de alimentación quedaron inutilizados, y así continúan hasta la fecha, pese a las demandas de los vecinos a las Administraciones para que exijan responsabilidades a la empresa, con la reparación de los desperfectos y la puesta en funcionamiento de este importante elemento patrimonial.
Se da la circunstancia de que esta minicentral había sido restaurada con fondos europeos y otros fondos públicos por el Ayuntamiento de Sabiñánigo para uso didáctico (visitas de centros escolares, etc). Un uso que se vino desarrollando hasta el año 2018, en que se vio truncado, sin que la administración competente haya vuelto a ponerla en funcionamiento hasta la fecha, 7 años después, siendo su deterioro cada vez más difícil de solucionar.




