Las barras en las calles durante el Pilar: ¿botellón al aire libre o un servicio necesario para atender los grandes acontecimientos de las fiestas?
Los bares de Zaragoza han solicitado 28 barras para las próximas fiestas, mientras, los vecinos rechazan su instalación por las molestias de ruido y basura que generan en el centro de Zaragoza

Barras de bar en las Fiestas del Pilar
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Zaragoza
El Ayuntamiento de Zaragoza convoca esta tarde la reunión del grupo de trabajo de las fiestas donde va a conocerse si los bares reciben la autorización del consistorio para colocar barras en la calle durante las fiestas, además de otras peticiones para este Pilar que han trasladado. A la reunión acudirán también asociaciones vecinales que se oponen a cualquier iniciativa que genere molestias en forma de basura o ruido.
Desde la plataforma Stop Ruido, Miguel Morte ha afirmado en Hoy por hoy Zaragoza que rechazan de manera tajante la instalación de barras, que otros años ha supuesto la legalización de un “botellón generalizado” en muchas calles, con un impacto directo en la limpieza, la seguridad y la convivencia. Han descrito cómo, tras las noches festivas, las calles han amanecido cubiertas de basura hasta el punto de apenas poder verse el suelo, y han denunciado que este escenario ha obligado a un ejército de limpieza a trabajar cada mañana para borrar las huellas de los excesos.
Morte también han advertido de que el ruido generado durante las fiestas ha vulnerado derechos fundamentales, apoyándose en sentencias y legislaciones que así lo reconocen. Han recordado, además, que la Justicia de Aragón y otras instituciones han señalado que las celebraciones no pueden convertirse en una excusa para ignorar la normativa.
A esta problemática se ha sumado la denuncia de que las reuniones convocadas por el ayuntamiento han llegado tarde, "cuando el programa de fiestas ya estaba cerrado", lo que ha imposibilitado introducir cambios de calado. Pese a su oposición frontal a las barras, los vecinos han mostrado cierta disposición a negociar medidas complementarias, como la eliminación de envases desechables, la responsabilidad directa de los locales en la limpieza de los accesos o la reducción de volúmenes en conciertos situados cerca de viviendas.
En el lado opuesto, la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza ha defendido la colocación de un número limitado de barras, que este año ha ascendido a 28m, una más que el año pasado. El presidente de la asociación, José María Marteles, ha defendido que las barras se instalarán en puntos muy concretos y con controles de precios y residuos para minimizar molestias. Han insistido en que su objetivo ha sido dar servicio en momentos de máxima afluencia, como la Ofrenda de Flores o el Rosario de Cristal, cuando la concentración de público es especialmente elevada.
La asociación de hosteleros también ha solicitado una ampliación del horario de cierre de los locales en días señalados, noche del viernes al sábado, sábado al domingo y víspera del Pilar, con dos horas más para los establecimientos y una hora adicional para los veladores. Han explicado que estas medidas ya han contado con precedentes en ediciones anteriores y que permiten atender adecuadamente a los visitantes sin que ello suponga, en su opinión, un incremento significativo de los problemas.
Aunque han reconocido la necesidad de respetar a los vecinos, los hosteleros han considerado que las conductas incívicas que se producen durante las noches son excepcionales y no representan a la mayoría. Asimismo, han recordado que en los últimos años se ha apostado por descentralizar las fiestas con actividades en distintos barrios, aunque han defendido que el epicentro de las celebraciones debe seguir siendo la zona del Pilar.
De este modo, mientras los vecinos han reclamado la desaparición de las barras por los perjuicios que ocasionan, los hosteleros han defendido su utilidad como herramienta de ordenación del consumo en plena fiesta. El debate, como en otras ocasiones, ha quedado abierto a la espera de que el consistorio adopte esta tarde decisiones que traten de equilibrar ocio y descanso.




