La CHE realizará un "estudio detallado" de las avenidas del río Huerva para plantear soluciones

Zaragoza

La Confederación Hidrográfica del Ebro va a estudiar el comportamiento del río Huerva tras las inundaciones de este fin de semana y otras crecidas destacadas en los últimos años en municipios como María de Huerva, Santa Fe, Cuarte de Huerva y Cadrete.

Recoge así el guante del Ayuntamiento de Cuarte de Huerva y el estudio que han remitido a otras instituciones y en el que señalan que la autovía A23 ha cambiado las dinámicas fluviales.

Hoy se ha presentado el balance del último año hidrológico, en el que las DANAS y el aumento de las lluvias han sido un factor destacado. Y las protestas y quejas se multiplican por las inundaciones. Entre ellas, del propio consistorio de Cuarte, con un estudio mediante que señala como una de las causas el trazado de la autovía.

El Jefe de Planificación del organismo de cuenca, Miguel Ángel García Vera, se muestra prudente y van a estudiar qué ha pasado.

"El Huerva es una cuenca importante, con materiales de poca permeabilidad, con lo cual, el agua cuando llueve tiende a escurrir enseguida; [la lluvia del fin de semana] fue bastante tormentosa, no es por una carretera que hayan hecho" sino que "son características de la cuenca, como otras muchas de la cuenca de Ebro", ha explicado García Vera.

"A partir de ahí, mirar si puede ser efecto de alguna infraestructura o no, todo tiene que pasar por un análisis detallado y, a partir de ahí, llegar a conclusiones", ha remarcado. "Todo esto se va a empezar a valorar y la metodología a aplicar", ha detallado García Vera.

El Jefe de Planificación de la CHE indica que "a partir de la caracterización física del sistema, lo que haces es un modelo para reproducir cómo con distintas hipótesis de avenida, de caudales, se comportan esos cauces".

Posteriormente, "es cuando tomas decisiones de puntos donde hay más riesgo, menos riesgo, qué posibilidades hay para mejorarlo y eso viene a partir de esa reproducción del medio físico de esos modelos hidrológicos que se aplican".

García Vera recuerda que los expertos en cambio climático indican que los "episodios van a ser cada vez más extremos" y también más frecuentes".

"Es una realidad ante la que nos tenemos que preparar; lo vimos con la ola de calor de agosto, las precipitaciones extremas se está viendo que están siendo más recurrentes que antes".

Ante este escenario, "la sociedad - desde el punto de vista de la prudencia - nos tenemos que preguntar qué tenemos que hacer ante ese posible riesgo". Por eso, apunta, hay que potenciar los sistemas de protección, autoprotección y avisos.

El año hidrológico ha dejado en la cuenca del Ebro un 18% más de precipitaciones que la media de las dos últimas décadas y ha permitido dejar atrás la sequía que marcó 2023. Sin embargo, las reservas de nieve han dejado un balance negativo.

El año 2025 - 2026 ha comenzado el 1 de octubre en la cuenca del Ebro, con una reserva de agua embalsada del 54%, 6 puntos por encima de la media de los últimos 5 años.