La resiliencia hecha piedra: talleres en la Jacetania para reactivar la arquitectura en piedra seca
Proponen dos actuaciones para recuperar casetas de falsa cúpula este mes de octubre

Dos talleres con tres jornadas de trabajo en cada emplazamiento

En las escarpadas laderas de la Jacetania, donde el terreno parece frágil y el viento acaricia los muros caídos, la piedra seca guarda la memoria de quienes durante siglos supieron convivir con la montaña. Sin argamasa, sin prisa y con sabiduría, levantaron muros, bancales y casetas que sostienen la tierra y el recuerdo. Hoy, esa memoria vuelve a ponerse en pie gracias a los talleres de reconstrucción en piedra seca organizados por la Asociación Sancho Ramírez, una iniciativa que une conocimiento tradicional, compromiso ambiental y participación ciudadana.
De esta forma, la Asociación presenta dos talleres prácticos que propone para este mes de octubre y una conferencia en Jaca.
La primera intervención tendrá lugar en el poblado medieval deshabitado de Claraco, y la segunda, en una caseta de falsa cúpula cercana al hospital de Jaca.Las fechas son:
- Primer turno: 14, 15 y 16 de octubre.
- Segundo turno: 17, 18 y 19 de octubre.
Ambos talleres estarán dirigidos por Chesus Cebrián, maestro paretero con una amplia trayectoria en la recuperación de arquitectura tradicional y responsable de la empresa A Ixena, dedicada a la conservación del patrimonio y técnicos en construcción de piedra seca. Su experiencia garantiza una enseñanza práctica y rigurosa, donde cada participante podrá aprender los principios técnicos y el sentido profundo de este oficio ancestral.
Además, el 18 de octubre a las 19:30 horas, se celebrará una conferencia en la sala polivalente de la sede de la Comarca de la Jacetania, a cargo de Félix Rivas, investigador que en 2001 catalogó más de 187 casetas solo en varios pueblos de la Jacetania.Ese trabajo pionero permitió documentar un patrimonio que, en parte, ha llegado hasta nosotros en estado precario.
Gracias al entusiasmo de nuevos investigadores y voluntarios, ya se han localizado unas veinte casetas más en la misma zona, algunas muy deterioradas, pero aún recuperables.
Estos talleres cuentan con el apoyo y la colaboración de la Comarca de la Jacetania, que ha contribuido con una subvención para hacer posible esta iniciativa, reforzando así su compromiso con la conservación del patrimonio rural y la transmisión de los saberes tradicionales.
Arquitectura viva y sostenible
La técnica de la piedra seca no solo tiene valor histórico: es un modelo de sostenibilidad. Sus muros permiten drenar el agua, evitan la erosión, favorecen la fertilidad del suelo y crean micro hábitats donde prosperan plantas e insectos. Son construcciones que respiran con el terreno, qué se adaptan a él y lo fortalecen.
Por todo ello, la UNESCO reconoció en 2018 “El arte de la piedra en seco: conocimientos y técnicas” como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, destacando su valor como práctica colectiva y ecológica presente en numerosos países mediterráneos
Resiliencia: una lección de piedra y comunidad
Cada piedra recolocada es un gesto de resiliencia: del paisaje, que recupera su equilibrio; y de la comunidad, que vuelve a mirar al territorio con respeto y cariño.
Restaurar estas construcciones no es solo devolverles su forma: es reactivar una relación ancestral con la tierra, basada en la cooperación y en el conocimiento compartido.
La piedra seca nos enseña que la sostenibilidad no es una idea moderna, sino una práctica antigua que merece renacer.Y en cada taller, en cada muro reconstruido, late la certeza de que el futuro también puede construirse con las manos, con paciencia y con memoria.
“Durante siglos, nuestros antepasados levantaron muros, bancales y casetas que aún hoy sostienen la tierra y la memoria. Desde la Asociación Sancho Ramírez queremos devolver vida a ese patrimonio, reconstruyendo casetas de falsa cúpula y recuperando un conocimiento que forma parte de lo que somos.
La UNESCO reconoció en 2018 el arte de la piedra seca como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Nosotros, piedra a piedra, queremos demostrar que sigue siendo una lección viva de resiliencia, sostenibilidad y respeto por la montaña.”




