“Mal, pero bien”: la comedia de Alfonso Pablo que ha conquistado La Almozara

Zaragoza

Las fiestas del Pilar han vuelto a llenar de vida los centros cívicos de Zaragoza, que han ofrecido una programación más descentralizada que nunca. Entre las propuestas más destacadas ha estado Mal, pero bien, el monólogo interpretado por Alfonso Pablo y producido por Nasú Teatro, que se ha representado en el Centro Cívico Almozara desde el lunes hasta el miércoles.

El actor, conocido por su trayectoria en la escena aragonesa y en Oregón TV, ha regresado al humor más esencial con esta comedia dirigida por Alfonso Palomares y con Arantxa Ezquerro al frente del vestuario. La obra ha mostrado la historia de un actor cincuentón que, al volver a subir al escenario, ha visto cómo todo parece desmoronarse… pero siempre con humor.

Durante su visita al Hoy por hoy Zaragoza, Pablo ha explicado que la comedia “fresca” que interpreta se sostiene sobre un juego teatral muy exigente: “Intentar hacerlo mal para que surja el humor”. El reto, ha dicho, consiste en lograr que ese “mal” parezca orgánico, algo que solo se consigue con experiencia y un dominio preciso del ritmo y de la reacción del público.

El actor ha reflexionado también sobre la dificultad del humor. “Dicen que lo más difícil es hacer reír. Me gusta porque la comedia siempre está en el alambre. Escuchas al público, tienes los gags medidos, pero cada función es distinta”. Y ha añadido que cada público responde de forma diferente: “No es igual el humor catalán que el gallego. Hay gags que funcionan como un reloj, pero otros sorprenden”.

Mal, pero bien parte de una idea muy humana: aprender a reírse del fracaso. Alfonso Pablo ha contado que la esencia del espectáculo surge de su propia formación como payaso, un oficio que, según ha recordado, aprendió incluso en Estados Unidos. “La esencia del payaso está en reírse de los fracasos. A partir de ahí nace todo”, ha explicado.

El título de la obra procede de una anécdota cotidiana que, según el actor, define muy bien el carácter aragonés: primero se ve lo malo, pero al instante se busca la parte positiva. “Es una reivindicación de tirar para adelante, aunque lo primero que digas sea ‘mal’”, ha bromeado.

La representación ha formado parte de una apuesta municipal por descentralizar las fiestas del Pilar y llenar de actividad los barrios. Pablo ha valorado positivamente esta iniciativa: “Por fin los centros cívicos han pasado a formar parte de la programación. Hay que aprovechar estos espacios como lugares teatrales y de encuentro vecinal”.

Además de este monólogo, el actor ha recordado que participará también en Noche de Reyes, otro montaje de las compañías Nasú Teatro y Gato Negro, que se representará el jueves en el Centro Cívico Sánchez Punter, y que ha cosechado igualmente un gran éxito.

Con Mal, pero bien, Alfonso Pablo ha demostrado que el humor sigue siendo una poderosa herramienta para mirar la vida con inteligencia y optimismo. Y, sobre todo, que en Zaragoza las risas también se descentralizan.