Gran broche a la TransNomad, la cita de cicloalpinismo más importante de Europa

Benasque

La octava edición de Trans-Nomad llegó a su fin tras haber recorrido más de 150km de alta montaña entre los valles de Benasque y Arán. Si las dos primeras jornadas se centraron en el pico Turbón (con un primer tramo cronometrado especialmente recuperado para la ocasión) y la Entecada (con final en Vielha), el tercer día, el pelotón regresó al Valle de Benasque por la especial Sierra Negra, uno de los clásicos de la prueba.

Desde el embalse de Llauset, los corredores se enfrentaron, el sábado, a un exigente tramo de enlace hasta el collado de Llauset, superando los 2.800m de altitud. Desde allí partió la primera especial del día, sobre el característico terreno negro de este enclave: “La luna de Trans-Nomad”. Dos tramos cronometrados más, incluyendo la larguísima especial de “La Mina” (3.9km y -850m de desnivel), hasta llegar al avituallamiento en Cerler y, desde allí, otro largo enlace por pista hasta el inicio de “Culunguele”, una de las joyas de Puro Pirineo.

El último día de esta edición se centró en otro de los grandes clásicos pirenaicos del enduro de alta montaña: El pico Gallinero, con su característico terreno arcilloso y rojizo, sobre el que los corredores” volaron” en dos primeras especiales que resultaron lo más duro de la jornada.

El último reto y tramo cronometrado de esta edición lo protagonizó la exigente “Planadona”.

En lo deportivo, el pódium absoluto lo han ocupado Borja Pérez (26:19.43) Quentin Arnaud (26:31.87) y Dylan Stucki (27:36.39). En e-bikes, Manu Álvarez (29:03.08), Mario Costa (30:51.41) y Dominik Rinkers (31:00.30) se han alzado con los tres primeros puestos y, entre las mujeres, Estelle Charles (30:29.37) ha resultado primera, seguida de las hermanas Caro y Anita Gherig, con unos tiempos acumulados de 31:29.21 y 31:48.28.

Con esta edición, la octava ya desde sus inicios en 2016, TransNomad revalida su título como la prueba de clicloalpinismo más importante de Europa y vuelve a colocar en Pirineo en el punto de mira del colectivo endurero a nivel mundial.

La prueba ha estado, un año más, patrocinada por Orbea, a la que este año se han sumado el fabricante japonés Shimano, el e-commerce especializado Bicimax, Fox MTB, la alemana Dirtlej, la firma norteamericana de ruedas y bujes Industry Nine, 226ers e ION.

Un plantel de sponsors totalmente internacional al que hay que añadir el apoyo de instituciones como Huesca la Magia, los Ayuntamientos de Benasque, Vielha, Castejón de Sos, Es Bordes y Cerler, así como los destinos MTB Puro Pirineo y Val d’Arán, que han acogido los 20 tramos cronometrados en los que se ha dividido esta Trans-Nomad, a juzgar por los ánimos de organización y corredores tras finalizar la carrera, no será la última