Un santo armado ¿dónde?
¿Qué pueblo de Jaca tiene a su patrón en la iglesia con una escopeta en el altar?

San Julián en la iglesia de Atarés

Atarés
Muchos son los visitantes que se sorprenden al entrar en la iglesia de Atarés, una localidad de la Comarca de la Jacetania entre la Peña Oroel y la Sierra de San Juan de la Peña, y comprobar cómo uno de los santos sostiene en su mano derecha una escopeta y en la izquierda una paloma.
Atarés formó municipio independiente hasta su incorporación al de Jaca en los años 70.. El censo de 1495 le daba 13 fuegos. 30 casas y 204 almas y a mediados del siglo XIX y 247 habitantes en 1900. En la actualidad la vida sigue latiendo en la localidad con varias casas abiertas
La Leyenda de San Julián según la tradicional oral vecinal
Esta leyenda, recogida por Enrique Satué, que a su vez transcribe el relato de Hilario Jarné, poeta rural de Atarés, corresponde a una tradición que tiene su origen en el conde del lugar, el cual puso una imagen de San Julián en la iglesia del pueblo y otra en la capilla privada que tenía en San Juan de la Peña.
Lo curioso de la imagen entronizada en el templo parroquial, es que lleva una escopeta para honrar a la mujer que entrara pura en el recinto sagrado. Nunca, hasta ahora, se había visto a un santo armado de esa guisa.
El propio Hilario Jarne comentaba esta circunstancia irónicamente, a través de estos versos:
«Las chicas de la parroquia
cuando se iban a casar
la que iba virgen y pura
le había de disparar.
Muchos siglos han pasado
y muchas al matrimonio
pero nunca ha disparado.
De eso damos testimonio.
¿Será que el buen San Julián
ha tenido compasión
o que las puras no eran?
Queda la interrogación».
Por supuesto, aquella escopeta que le sentaba tan mal a la imagen "como a un santo dos pistolas" , según el dicho popular , no pasó nunca de simple símbolo y motivo de chascarrilos, como la que reflejaba el poeta-pastor del pueblo.




