Vaquillas, charangas y peñas: Zaragoza despierta cada día con alma festiva

La plaza de Toros y su entorno son uno de los puntos neurálgicos de estas fiestas. Mientras los asistentes esperan la salida de las vaquillas, los puestos de recuerdos taurinos y religiosos ofrecen una amplia variedad de productos, desde pulseras y pendientes hasta carteras y llaveros. Muchos de estos artículos son elaborados de forma artesanal por los propios vendedores, quienes permanecen en sus puestos prácticamente todo el día, preparados para recibir al público desde primera hora hasta bien entrada la noche.

La jornada comienza con energía y tradición. Algunos peñistas, como los miembros de La Murga, se organizan para preparar almuerzos contundentes, como una tortilla de 30 huevos cocinada la noche anterior para no perderse las vaquillas. El ambiente es distendido y lleno de humor, con estilismos llamativos.

La Peña Los Chachos, conocida por su entusiasmo, participa activamente en las celebraciones, aunque sin charanga, compensando con un megáfono y mucho ánimo. En contraste, la Peña El Rebullo sí cuenta con charanga y no duda en entonar su himno, que resalta el espíritu festivo y la identidad de la agrupación.

Entre almuerzos tradicionales de longaniza, chorizo, pan y vino, y la emoción de las vaquillas, las Fiestas del Pilar siguen su curso con alegría, camaradería y una fuerte presencia de las peñas, que llenan de color y música cada rincón de la ciudad.

Maraton de Charangas

Sergio Gómez, presidente de la Federación de Interpeñas, destaca el papel fundamental de las peñas como motor de las celebraciones populares en Zaragoza. Unas fiestas, que hasta el momento están transcurriendo con total normalidad y un ambiente inmejorable. “No ha habido ningún altercado, el tiempo ha acompañado y la gente tiene muchas ganas de fiesta”.

Gómez recuerda que el origen de estas fiestas está estrechamente ligado al movimiento peñista, que reivindicó unas fiestas accesibles para todos los ciudadanos. “Fuimos, somos y seremos el alma de las fiestas”, afirma, subrayando el compromiso de las peñas con la ciudad durante los diez días de celebración.

Uno de los actos más esperados es el Maratón de Charangas, que se celebra esta tarde. Participan unas 30 peñas que recorren el centro de Zaragoza desde la Plaza de Aragón, llenando las calles de música, color y alegría. “Es una cita marcada en el calendario tanto para nosotros como para muchos ciudadanos que cada año se suman a disfrutar del ambiente”.

La organización del maratón requiere coordinación y esfuerzo, aunque también deja espacio para la espontaneidad. Las peñas conocen su orden de salida gracias a un sorteo que se realiza a principios de año, lo que permite mantener el orden en actos como el pregón, el desfile de carnavales y el propio maratón.

En cuanto a la música, este año destacan temas como Mi Peña y clásicos como La Sandía Gorda Gorda, que se bailan con coreografía incluida y ya forman parte del repertorio imprescindible de las fiestas.

El fin de semana se presenta como el momento culminante, con la tradicional Ofrenda de Flores y la Ofrenda de Frutos. Las peñas también participan en estos actos, algunos con indumentaria aragonesa y otros con el uniforme de gala peñista. “La Pilarica la llevamos por bandera, y es uno de los actos que más nos emociona”, dice Gómez.

Aunque el 14 de octubre marca el final de las fiestas, la actividad peñista no se detiene. “Empezaremos a preparar carnavales, Cincomarzada, San Jorge… que el ritmo no pare”, concluye el presidente de Interpeñas.