SOS Ribagorza pedirá la ejecución provisional de la sentencia que anula el proyecto de la telecabina Benasque–Cerler

Benasque.

La asociación SOS Ribagorza ha anunciado que presentará una solicitud de ejecución provisional de la sentencia que anula el proyecto de la telecabina entre Benasque y Cerler, con el objetivo de lograr su paralización inmediata mientras el proceso judicial continúa.

La sentencia, fechada el 14 de octubre de 2025 y emitida por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Huesca, estima tres de las demandas presentadas contra el acuerdo municipal que aprobó la construcción del telecabina y declara nula dicha aprobación. El juez fundamenta su fallo en dos aspectos principales: las deficiencias en materia de seguridad y la falta de viabilidad económica del proyecto.

Según recoge la resolución, la construcción de la estación de salida de la telecabina y su aparcamiento en una zona inundable de flujo preferente contraviene el Reglamento de Dominio Público Hidráulico, que prohíbe la instalación de este tipo de infraestructuras en áreas con riesgo de inundación. Además, el magistrado considera que los estudios geotécnicos presentados son insuficientes, ya que el proyecto fue aprobado “sin conocimiento directo de las características geológicas y de resistencia de los lugares de apoyo concretos de las ocho pilonas” de las catorce que conforman el trazado del telecabina.

En cuanto a la viabilidad económica, el juez destaca la ausencia de un estudio económico-financiero previo, requisito esencial que no puede subsanarse a posteriori, ya que en ese caso —señala— “tendría la utilidad de una curiosidad”.

Desde SOS Ribagorza recuerdan que desde el inicio del proceso presentaron alegaciones para evitar estas irregularidades, ahora reconocidas judicialmente. La asociación lamenta que las distintas administraciones hayan desoído los argumentos técnicos y acusa al Ayuntamiento de Benasque de actuar “por intereses ajenos al vecindario, metiendo al municipio en un callejón sin salida”. También critican la actitud del alcalde y del presidente autonómico Jorge Azcón, quienes, según la entidad, “banalizaron los graves riesgos de inundación” que implica la obra.

La organización ha querido agradecer la constancia y el apoyo económico de los vecinos y de las personas comprometidas con el medio ambiente, así como la profesionalidad del abogado Ignacio Pemán Gavín, que ha representado a la asociación durante todo el proceso judicial. No obstante, SOS Ribagorza se muestra cautelosa, ya que la sentencia no es firme y prevén que el Ayuntamiento interponga recurso de apelación. Por ello, solicitarán la ejecución provisional de la sentencia para detener las obras hasta que exista una resolución definitiva.

Paralelamente, la asociación trabaja en recopilar documentación para una denuncia penal ante la Fiscalía, con el fin de que se determinen las responsabilidades de los cargos públicos y técnicos implicados. “Deben ser los responsables quienes asuman los gastos derivados de las sanciones y no el conjunto de la ciudadanía”, señalan desde SOS Ribagorza.

El colectivo considera además que la subvención europea concedida al proyecto podría considerarse un fraude, ya que incumple los principios medioambientales DNSH (Do No Significant Harm) de los fondos Next Generation. Esto podría obligar a la devolución de los fondos con intereses. También aseguran que el proyecto no cumple los fines del plan de sostenibilidad turística en destino, pues se ha diseñado como un transporte estacional para esquiadores y no como un servicio público verde entre Benasque y Cerler, por lo que están a la espera de recibir la resolución de las denuncias presentadas ante el Ministerio de Industria y Turismo y la DGA.

Finalmente, desde SOS Ribagorza denuncian que las obras se ejecutan “a toda prisa” pese a estar bajo investigación del SEPRONA, que las ha denunciado ante la Fiscalía por incumplir reiteradamente la Declaración de Impacto Ambiental. Asimismo, la Confederación Hidrográfica del Ebro ha iniciado un expediente sancionador por los daños causados en el río Ésera a su paso por Benasque, en actuaciones vinculadas a la obra del telecabina, presuntamente autorizadas por el director de obra —funcionario del Instituto Aragonés del Agua— y el propio Ayuntamiento, promotor del proyecto.