Los cementerios viven el día de Todos los Santos repletos de visitantes y flores

Huesca

Con la festividad de Todos los Santos, numerosos oscenses y altoaragoneses han recorrido sus cementerios en esta jornada festiva, para rendir tributo, mostrar respeto y llevar flores a sus seres queridos y amigos fallecidos. Cielo nublado en este día, que hacía del día algo más solemne.

Ha sido una jornada intensa, de gran actividad en el camposanto oscense, como cada 1 de noviembre, a pesar de que en los días previos muchos aprovecharon para adelantar el arreglo y adorno de las tumbas y nichos. La mañana ha sido un ir y venir de familias recorriendo el cementerio para visitar a sus deudos.

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En este día, como es habitual, el Ayuntamiento de Huesca ha acudido a la tradicional misa celebrada en la capilla del cementerio. Posteriormente, han depositado ramos y coronas de flores en distintos puntos del camposanto en recuerdo de los alcaldes y ediles fusilados, de los caídos y de diferentes personalidades vinculadas a la historia de Huesca.

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También se han ofrecido flores y pétalos en el osario, como símbolo de respeto y memoria hacia todas las personas allí sepultadas.

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Los actos se han completado con una ofrenda en el cementerio de Las Mártires, recientemente rehabilitado, donde representantes municipales, junto a un miembro de la Agrupación Socialista de Ejea de los Caballeros, han colocado una corona de flores ante el monolito conmemorativo.

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Cada año se acude a rendir homenaje al republicano Manuel Abad y sus compañeros republicanos, depositando una corona de flores ante el monolito que, en su memoria, se levanta en dicho cementerio.

La figura de Manuel Abad ha sido muy importante en la historia de las Cinco Villas por su defensa de la libertad. Abad, al mando de una facción republicana, protagonizó un levantamiento revolucionario, en 1848, en Ejea. Posteriormente llegó a Huesca y de aquí a Siétamo, donde la facción fue reducida por las tropas gubernativas. Los protagonistas de la insurrección fueron fusilados en las afueras de Huesca, los días 5 y 7 de noviembre. En 1885, por suscripción popular y aportación del ayuntamiento de Huesca, se levantó un pequeño mausoleo en el Cementerio de las Mártires, para honrar la memoria de la partida republicana de las Cinco Villas.

TRADICIONES: FLORES Y HUESOS DE SANTO

Con motivo de la festividad de Todos los Santos, las floristerías viven días de trabajo frenético. En tan sólo una semana, una floristería de Huesca llega a vender más de 1.500 ramos y centros de flores. Las más demandadas, los crisantemos, claveles y gladiolos. Esto, por lo que respecta a flor natural. Cada vez hay más comercios que venden flores de tela de máxima calidad.

Además de la tradición de ir al cementerio y adornar las lápidas con flores, es un día para el encuentro con familiares y degustar los postres típicos de la señalada fecha. Los huesos de santo proceden del típico mazapán, un dulce hecho de almendras, que está vinculado a la fiesta de la Navidad. Los huesos de santo, no son más que la innovación de algún repostero anónimo al que se le ocurrió que el mejor modo de moldear el mazapán en el Día de los Difuntos era con forma de hueso. Son unos canutillos de mazapán que se recubren de almíbar, el relleno lo podemos encontrar de todos los sabores: chocolate, trufa o coco, son los más demandados.

También están los tradicionales buñuelos, inicialmente eran 'de viento', y que hoy se saborean rellenos de distintos sabores. Los buñuelos tienen una gran tradición gastronómica en España: las referencias se remontan a principios del siglo XVII, en torno a las recetas que usaba el cocinero real de Felipe III. Y llegados desde Cataluña, los panellets, bolitas de mazapán cubiertas de piñones.