El cierre de la calle Estébanes golpea a los bares del Tubo: “No veas el palo”
La declaración de ruina inminente de un edificio obliga a clausurar la calle y afecta gravemente a negocios como Casa Buisán, que ha perdido hasta un 80 % de actividad en su terraza
Zaragoza
Preocupación en los bares del Tubo por el cierre de la calle Estébanes tras la declaración de ruina inminente de un edificio. Los efectos ya se dejan notar en esta concurrida zona. Pedro Gil, propietario de Casa Buisán, explica que, de los doce trabajadores, ha tenido que despedir a uno y conceder días libres y vacaciones a otros cinco.
El cierre de su terraza, con 50 mesas, ha obligado a reducir el trabajo en un 80%, según sus cálculos. “No veas el palo”, comenta.
Teme que los trabajos de derribo se prolonguen. Por la calle afectada no pueden circular vehículos grandes, lo que —señala— obliga a realizar tareas más complejas y, por tanto, más lentas. “No sé cuánto tiempo les llevará; tendrán que hacerlo a mano porque no entra maquinaria. Igual llega hasta Navidad”, explica.
Un solo día sin terraza ya ha impactado en los beneficios. A esto se suma que ayer fue festivo. Calcula que la caída ha sido de “un 60-70 %”.
El edificio declarado en ruina inminente está incluido en el catálogo del Ayuntamiento de Zaragoza y protegido por su interés arquitectónico.
La ficha de Urbanismo —disponible en la web municipal— señala que deben conservarse la fachada, la caja de escaleras, la bodega y la carpintería. Data del siglo XVI y fue reformado en 1880, dentro de la estética eclecticista. En su interior se conservan elementos de gran valor, pertenecientes al edificio original, como forjados de vigas boceladas y tres pilares de sección ochavada con arranques de arcos, uno de ellos con tracería gótica.
