Pedro Arrojo: "Debería haber una moratoria para regular el consumo hídrico y eléctrico de los centros de datos"

Zaragoza

El Centro Joaquín Roncal de Zaragoza acoge una conferencia dedicada a la gobernanza del agua en el binomio Agua-Energía, un encuentro que cuenta con la participación telemática de Pedro Arrojo, relator especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos al Agua y al Saneamiento. La cita reúne a expertos y ciudadanos interesados en conocer los retos que plantea la expansión de los grandes centros de datos, especialmente en territorios semiáridos como Aragón.

Arrojo ha explicado en Hoy por hoy Zaragoza que ha presentado este año un informe temático centrado en la relación entre agua y energía, con especial atención al impacto de los centros de datos. Ha advertido de que, aunque el volumen de agua que requieren no alcanza las cifras del regadío, su demanda es significativa y constante. Ha recordado que, pese a que las empresas tecnológicas aseguran que solo “usan” el agua y no la “consumen”, ese argumento no justifica la falta de regulación ni la ausencia de reservas específicas de caudales.

El relator ha subrayado que el mayor problema reside en la opacidad de las grandes corporaciones tecnológicas, que imponen condiciones de confidencialidad y obligan a las administraciones a aceptar la falta de transparencia en los datos de consumo de agua y electricidad. Ha alertado de que, en caso de sequías severas —cada vez más frecuentes por el cambio climático—, no se conoce qué prioridad se otorgará a estos centros frente a otros usos como el agrícola o el urbano. Según ha apuntado, todo indica que las grandes compañías exigen prioridad absoluta para garantizar que “la nube no se apague”.

En relación con la energía, Arrojo ha señalado que el consumo eléctrico de los centros de datos ha alcanzado cifras desorbitadas. Ha citado el caso de Irlanda, donde estos centros han llegado a consumir cerca del 30% de la electricidad nacional, superando al conjunto de los hogares del país. Ha lamentado que gran parte de los esfuerzos públicos y las inversiones destinadas a impulsar energías renovables hayan sido absorbidos por esta creciente demanda tecnológica, lo que ha obligado a reactivar fuentes de energía como la nuclear, el carbón o las grandes presas hidroeléctricas.

Sobre la situación en Aragón, Arrojo ha preferido no pronunciarse de forma específica por su papel institucional, aunque ha advertido de que los territorios esteparios que ya se encuentran al límite de su disponibilidad hídrica deben detenerse y evaluar su sostenibilidad antes de seguir adelante con este tipo de proyectos. Ha recordado que la expansión de infraestructuras energéticas, como parques eólicos o solares, ha contado con un fuerte respaldo público en nombre de la transición ecológica, pero ha advertido de que el incremento de la demanda de electricidad puede obligar a redimensionar la red eléctrica, generando costes que recaerán sobre la ciudadanía.

Por todo ello, el relator ha pedido establecer una moratoria temporal para aportar transparencia, clarificar los costes y definir una regulación que garantice justicia distributiva, protección ambiental y respeto a los derechos humanos. La conferencia ha concluido con un llamamiento a la responsabilidad colectiva y a la necesidad de mirar más allá del brillo de la inversión tecnológica para no comprometer el futuro de los recursos hídricos y energéticos de Aragón.