Las obras de la planta de compostaje de Martillué, paradas a la espera del Impacto Ambiental

Los trabajos de construcción de la planta de compostaje que GRHUSA está realizando en el entorno del polígono industrial de Martillué se han paralizado tras el recurso judicial interpuesto por Valentia, que rechaza su ubicación a menos de 200 metros de su centro de atención a personas con discapacidad. Los trabajos esperan a la resolución de impacto ambiental que está estudiando el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA).

El alcalde de Jaca alude al INAGA “para analizar si realmente afecta, contamina o hay afectación al centro de Valentia”, pero quiere poner encima de la mesa la necesidad de una planta de estas características en el entorno, el suelo industrial donde se asienta y los puestos de trabajo que crearía “también podrían ser para personas con discapacidad”.

Además, Carlos Serrano recuerda que el ayuntamiento de Jaca otorgó la licencia de obras por unanimidad en el pleno (el PAR llegó a pedir disculpas por algo que considera un error).

Pero Valentia sigue sin querer esa planta a menos de 200 metros de su centro, que asiste a 58 personas con discapacidad intelectual, de las que 39 viven allí y son atendidas por 33 trabajadores. “No nos vamos a mover de allí. No es cuestión de puestos de trabajo, aquí viven personas con problemas respiratorios, con necesidades especiales, y no las han tenido en cuenta”, lamenta Sara Comenge, la directora la Fundación Valentia.