Proyecto Búfalo en Aragón: Alfamén y Botorrita se preparan para los centros de datos de Forestalia con dudas por el agua
El futuro consumo de agua y el impacto financiero en sus municipios, entre las preocupaciones de estos pueblos
Imagen del Ayuntamiento de Alfamén-Wikipedia
Zaragoza
Expectación en Alfamén y Botorrita. Las dos localidades se preparan para acoger dos de los centros de datos del proyecto Búfalo. La empresa aragonesa Forestalia invertirá más de 12.000 millones de euros para convertir, junto a Magallón, esta zona en un auténtico corredor tecnológico. "El pueblo ganará muchísimo, es un espaldarazo", dicen los alcaldes de Alfamén y Botorrita.
El proyecto Búfalo promete revolucionar la economía y la vida social de estas localidades. En Botorrita, donde viven apenas 600 personas, se prevé la creación de 825 empleos, una oportunidad que el alcalde José María Castillo considera clave para ofrecer futuro a la juventud del municipio. "El pueblo ganará muchísimo. Un revulsivo, sobre todo porque confiamos en que esos puestos de trabajo sean para la gente joven", asegura José María Castillo, su alcalde.
Para la granja de datos de Alfamén hay asociados 1350 puestos de trabajo. Son 1500 habitantes y rozan el pleno empleo. Son conscientes de que buena parte de esos puestos se cubrirán mediante teletrabajo cuando esté en marcha. Eso sí, antes, para levantar la infraestructura necesitarán manos y, por tanto, más vivienda para poder alojarlos. Juan José Redondo, insiste en que: "es algo que hay que plantearse fundamentalmente de cara a la construcción del centro de datos. Aquí no tenemos problemas de suelo, habría que desarrollarlo".
El futuro consumo de agua y el impacto financiero en sus municipios, entre las preocupaciones de estos pueblos
Sobre todo en Alfamén, porque "en nuestra localidad no andamos precisamente sobrados de agua", dice Redondo. De hecho, una de las principales actuaciones que están llevando a cabo en las últimas legislaturas es la reducción de los consumos de agua de boca, fundamentalmente "porque hay mucha presión sobre el acuífero de Alfamén, declarado sobreexplotado desde hace ya unos cuantos años".
El agua no es el único desafío, hay otro y en este caso es financiero. El Plan de Interés General de Aragón, el PIGA, eximiría del pago a este municipio del ICIO, el impuesto de construcciones y obras. "Habría que establecer algún tipo de compensación a los municipios por esa merma en los ingresos que van a recibir", finaliza.
