Luis Casajús, pastor en el Pirineo: "Quedamos unos cuantos amantes bucólicos manteniendo viva esta tradición"

Zaragoza

La Ventana de Aragón dedicada al campo de cada lunes inicia estas próximas semanas un espacio con varios capítulos dedicados a hablar de un proyecto que nace para fomentar el pastolalismo en el Pirineo. Se trata del "Proyecto Beep", en el que, desde distintas miradas, quieren poner en valor esta profesión, muy ligada a nuestras montañas.

Precisamente allí empezábamos esta sección. En concreto, en Anzánigo, una localidad de la provincia de Huesca donde este lunes estaba pastando con sus ovejas el ganadero Luis Casajús.

En los micrófonos de la SER explicaba que ejerce una profesión "bucólica" que no tiene "horarios" y que, por desgracia, agoniza. "Cada vez somos menos, y nos vemos atacados por distintos motivos. Uno de ellos, el día a día, la poca vida social que tenemos y que gira a un ritmo distinto al del resto". Por suerte, apuntaba "la seguimos manteniendo unos cuantos amantes bucólicos a los que nos gusta esto".

Y es que el paisaje y la vida rural del Pirineo siguen muy marcados por esta actividad tan antigua, como esencial. Casajús señalaba que un trabajo muy arraigado a las tradiciones y a la historia del nuestros montes. "En algunas cosas nos hemos modernizado, en otras, mantenemos las tradiciones que han pasado de generación en generación: seguimos marcando a los animales, subimos a puerto en las mismas fechas que lo hacían nuestros ancestros, la tradición y la cultura de cada casa, los caminos, las fuentes y los refugios".

El Proyecto BEEP para fomentar el pastoralismo está apoyado por la Fundación Biodiversidad del Gobierno de España con fondos PRTR– NextGenerationEU.