Una bodega de Épila conquista a empresarios chinos tras la llegada de la gigafactoría
La única bodega de Valdejalón abre puertas al mercado asiático tras una visita que mezcla tradición, vino ecológico y oportunidades de inversión
Vinos López, la única bodega de Valdejalón que abre puertas al mercado asiático
Épila
La llegada de la gigafactoría de Stellantis y CATL a Figueruelas ya empieza a impulsar negocios más allá del sector tecnológico. Por ejemplo, el vino. Concretamente, una pequeña bodega familiar situada en el corazón de Épila, la única que resiste en esta zona baja del río Jalón. Hace unas semanas, una delegación de empresarios chinos visitó la bodega para catar sus caldos. Y parece que han brotado oportunidades.
Se trata de Vinos López, cuya producción ecológica se elabora en una casa familiar en pleno casco urbano. Conservan sus vinos como antaño: bajo tierra y a 15 grados durante todo el año. Sus productos —tinto, blanco y rosado— viajan por todo el mundo. De hecho, venden más fuera que dentro de España.
Mario López, el propietario, asegura que ser el único vino producido en la comarca de Valdejalón les da un valor diferencial. "Es una zona que no conoce nadie y, por eso, un danés o un noruego se interesa por este vino, porque solo hay uno", explica.
Esta singularidad, entre otras cualidades, se traduce en que el 60% de sus ventas se realizan fuera de nuestras fronteras. Mario López, descendiente de bodegueros, ha querido mantener este modelo tradicional. Durante nuestra visita, no dejan de entrar vecinos a por su vino de mesa. Minutos después, le espera una videollamada con un importador danés en un despacho improvisado junto a las botellas.
Comida en la bodega
Como cualquier persona de la zona, escuchó la llegada del gigante asiático y su instinto empresarial se activó. Decidió "reunir a unos cuantos empresarios de Madrid y quisieron venir a la bodega a conocer su filosofía". Así, 75 empresarios chinos llegaron a Épila para catar sus vinos y conocer el pueblo.
"Vinieron también al Ayuntamiento y el alcalde les explicó las condiciones del municipio para invertir. Después comimos en la bodega, compraron vino y se fueron contentos", relata Mario.
El menú incluyó ternasco, embutidos de Teruel y paella de carne y verduras. Coincidió, además, con una fiesta de charangas, lo que endulzó aún más la visita. Mario admite que los procesos ahora son lentos, pero confía en que la semilla ya está plantada.