El ministro Urtasun cree mala idea tirarse informes sobre Sijena los unos a los otros

El ministro de Cultura Ernest Urtasun, durante el Pleno del Senado, que comienza con la sesión control al Gobierno, este martes en Madrid.-EFE/ Kiko Huesca / Kiko Huesca (EFE)

Huesca
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, cree que sería una "muy mala idea" que en estos momentos las administraciones empezaran a tirarse los informes técnicos sobre los murales de Sijena "los unos a los otros". Aseguró que se ha convocado al patronato del MNAC para decidir los próximos pasos.
Lo dijo en el Pleno del Senado este martes en respuesta a una pregunta de la representante de ERC Sara Bailac, interesada en saber si el Gobierno español asumirá "su responsabilidad para proteger y preservar" las obras del Real Monasterio de Santa María de Sijena, en Villanueva de Sijena, que se encuentran en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y cuyo traslado reclama el Ejecutivo autonómico aragonés.
En su respuesta, Urtasun afirmó que lo que está haciendo su departamento en este contencioso es colaborar en el marco del MNAC (Museu Nacional d'Art de Catalunya), donde apuntó que "están todas las administraciones", para ver "los próximos pasos que deben darse en relación con la sentencia" -que ordena trasladar las pinturas-.
Por eso, explicó, el Ministerio ha solicitado la convocatoria del patronato del museo "para decidir conjuntamente los próximos pasos y garantizar que toda actuación cumpla los estándares internacionales de conservación".
A su juicio, "todas las administraciones" deben colaborar para ver los siguientes pasos a realizar con el "bien superior" que es la protección de un bien cultural que ha protegido "de una manera muy importante" el MNAC.
La senadora republicana, que intentó sin éxito que el ministro le respondiera con un sí o un no a la pregunta de si va a permitir que los murales salgan del MNAC, acusó al PP de usar las pinturas de Sijena como una "arma política y anticatalanista" y al PSOE de ponerse de perfil cuando se trata de evitar un traslado "que puede suponer la pérdida irreparable de una obra maestra".
Bailac manifestó que el caso de las obras de Sijena es una "agresión política y cultural". "Política porque las obras de arte se utilizan como botín para incitar el anticatalanismo", y "cultural" porque las pinturas son "testigos del pasado común entre Lleida y la Franja aragonesa, que las instituciones de Aragón, dijo, "han querido borrar maltratando el catalán" que se habla en esa zona.




