Se busca alguien para no morir solo

Teruel

Daba la despedida a los tres días de Congreso del Bienestar y Amor, el director de la emisora de SER Teruel, Dani Traver. Decía adiós pidiendo a todo el mundo lo bien que se lo han pasado en la capital turolense. Que cuenten lo bien que se come, lo bonito que es… “a ver si al año que viene en vez de 200 somos 400 y la alcaldesa tiene que construir un nuevo teatro en el que quepamos todos.”.

‘El amor después del amo’ es el tema escogido para concluir el congreso. Los encargados de hacerlo, Luisge Martín, Pablo Carbonell, Clara Lago y como moderador, Frank Blanco.

A pesar de que el fin de semana ha sido intento tan y como describía Fran en su entrada, “me gusta saber que estáis vivos, porque sé que el fin de semana ha sido intenso.” El debate y intensidad de la charla ha sido continuo.

Clara ha dado a conocer su pensamiento: “el paradigma del amor”, que consiste en: “tu en la vida puedes tener muchas relaciones, pero, al final eres consciente de que de todas las personas con las que has estado, hay una que es el amor de tu vida.” Y ponía de ejemplo, el Titanic. “Ross se enamoro de Leonardo, murió, ella retomo toda su vida con otra persona, pero, cuando se va a morir a quien quiere ver y a quien quiere es a Leonardo y es a él, y el hombre con el que ha creado toda su vida, le da igual.”.

Pablo Carbonell abría otro debate cuando acusaba a los enamorados de perder la cabeza, “pierden hasta el amor propio. Como la canción esa de No puedo vivir sin ti. Hombre, joder, quiérete un poco.”.

A lo que Clara contestaba que la diferencia esta en el amor y estar enamorado. “El amor es algo activo, proactivo, tu lo trabajas. El enamoramiento, es algo que te pasa.”

Carbonell ha arrancado los aplausos de la sala cuando reflexionaba que “a determinadas edades no hay que buscar una pareja con la que estar, sino una persona con la que morir, porque a mi me daría miedo morirme solo”. Así que por si acaso ha quedado a comer con una enfermera congresista que había entre el público, ¿será broma o la magia del Congreso del amor?

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