Piojos: el enemigo invisible que une a todas las cabezas
Es el insecto más democrático porque nadie se salva del contagio

Hoy por Hoy Zaragoza y los piojos (02/12/25)
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Zaragoza
El aviso de que hay piojos en clase sigue siendo motivo de auténtico revuelo en los grupos de padres y madres. Tras recibir la circular del colegio con recomendaciones, los chats se llenan de mensajes intentando averiguar el origen del contagio, mientras persiste el estigma asociado a esta situación. La pediculosis infantil continúa siendo una de las afecciones más comunes en entornos escolares, afectando principalmente a niños de entre 3 y 11 años, aunque también puede llegar a adolescentes y profesores.
En Zaragoza, el centro especializado Kids & Nits atiende a familias que llegan desesperadas tras probar sin éxito remedios caseros y productos farmacéuticos. Los expertos advierten que los mitos, como el uso de vinagre o la creencia de que el pelo teñido evita el contagio, han quedado obsoletos. El piojo, apunta su directora Esther Tello, se adapta a cualquier tipo de cabello, limpio o sucio, y su presencia no está relacionada con la falta de higiene.
El tratamiento profesional que aplican en este establecimiento consiste en aspirar los piojos, deshidratar las liendres con un dispositivo exclusivo y retirarlas manualmente, en un proceso indoloro y natural que dura entre 45 minutos y una hora. Incluye una revisión a los 7 días para evitar reinfestaciones y se complementa con pautas preventivas, como no compartir peines, toallas o gorras y mantener el pelo recogido en épocas de alerta.
Los especialistas señalan que los piojos ya no son estacionales, sino que están presentes todo el año debido a veranos más largos y hábitos sociales como selfies o contacto cercano.
En farmacias, los tratamientos han evolucionado aunque la permetrina sigue utilizándose, se recomiendan pediculicidas de nueva generación basados en siliconas, que actúan por asfixia, no generan resistencias y son seguros para niños pequeños y embarazadas, como apunta Cristina Guallar.
El pH de la piel no influye en la infestación como señala Nacho Ruiz Arrondo, profesor de la facultad de Veterinaria, pero sí es importante realizar un tratamiento adecuado. Recuerda además que los piojos de la cabeza no transmiten enfermedades, a diferencia de los piojos corporales, que históricamente han estado asociados a situaciones de hacinamiento y conflictos bélicos. En el caso de los piojos capilares, se trata de un problema molesto que provoca picor y heridas por rascado, pero no supone un riesgo grave para la salud. La clave está en la prevención, la comunicación y la tranquilidad: más vale prevenir que rascar.




