Zaragoza, ciudad en obras para la inclusión: avances visibles, barreras invisibles
En el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Zaragoza se muestra como una ciudad en transformación hacia la inclusión, aunque persisten importantes desafíos
Zaragoza
Las principales incidencias de discapacidad en Aragón son la movilidad, las limitaciones en la vida doméstica y la audición, una realidad que afecta a 117.000 personas, casi el 9% de la población, según el Instituto Aragonés de Estadística. La mayoría son mujeres y personas de edad avanzada, y un tercio reside en el medio rural.
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Hoy por Hoy Zaragoza y la discapacidad (03/12/25)
La movilidad es la discapacidad más frecuente, presente en el 54% de los casos, seguida de las limitaciones en la vida doméstica (44%) y problemas de audición (32%). La inclusión laboral continúa siendo el gran reto: solo el 37,7% de las personas con discapacidad en edad activa trabaja, frente al 80% de la población general. Aunque la lista de espera para valoración se ha reducido, más de 7.000 personas aguardan todavía.
En las calles de Zaragoza, los obstáculos son evidentes: bordillos sin rebaje, aceras estrechas, alcorques profundos, baldosas levantadas y alcantarillas peligrosas. Así lo cuenta Mar León, persona con movilidad reducida. Estos problemas no solo afectan a personas con discapacidad, sino también a quienes usan carritos, andadores o maletas. Gema Usieto, técnico en accesibilidad de la Fundación DFA advierte que, pese a los avances, la ciudad es finalista del Premio Ciudad Europea Accesible 2026, queda mucho por hacer.
El transporte público, aunque adaptado, presenta fallos en las rampas de los autobuses y escasa capacidad para sillas de ruedas, lo que obliga a muchos usuarios a recurrir a taxis adaptados. En edificios públicos, como el Hospital Clínico, el acceso a urgencias es complicado por pendientes pronunciadas, y espacios como el Auditorio carecen de zonas reservadas adecuadas. En viviendas, la ley obliga a mejorar la accesibilidad, pero la arquitectura antigua dificulta reformas, aunque existen ayudas y soluciones mecánicas. Adaptar interiores, como sustituir bañeras por duchas y ampliar puertas, es otra necesidad frecuente.
La accesibilidad no es solo física. En Calatayud, la asociación Amibil lleva más de 20 años impulsando la accesibilidad cognitiva con iniciativas como el programa de radio “La Voz de Amibil”, que acaba de recibir un reconocimiento de Plena Inclusión Aragón. Este espacio, liderado por personas con discapacidad intelectual, visibiliza sus inquietudes y talentos. Además, proyectos como “Calatayud Incluye” fomentan la inclusión a través del deporte compartido.
Desde las entidades y colectivos se insiste en que la discapacidad es una realidad diaria que requiere visibilización, empatía y educación ciudadana. Gestos sencillos, como respetar plazas reservadas o evitar obstáculos en las aceras, pueden marcar la diferencia en la vida de miles de personas.




