Julián Casanova, historiador: “La Constitución sigue siendo válida, pero hay aspectos desfasados”
Este 6 de diciembre, España conmemora el Día de la Constitución. En un contexto marcado por las tensiones territoriales y el crecimiento de la ultraderecha, Hora 14 Aragón conversa con el catedrático de Historia Contemporánea y experto en Guerra Civil, franquismo y transición

Julián Casanova, historiador: “La Constitución sigue siendo válida, pero hay aspectos desfasados”
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Zaragoza
España celebra el Día de la Constitución en medio de tensiones territoriales y auge de la extrema derecha. Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea considera que, en lo esencial, la Carta Magna “debería seguir funcionando”, pues fue “una carta de derechos y proyectos tras una larguísima dictadura”.
Sin embargo, advierte que algunas cuestiones han quedado desfasadas, como el reparto de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas, o el papel de la Corona: “No es lo mismo el rey Juan Carlos en aquel momento que la situación actual”.
El papel del rey emérito en la transición
Sobre la figura de Juan Carlos I, Casanova señala que su papel fue importante, pero matiza: “Se le elogió de forma desmesurada, se convirtió aquello en una inmaculada transición”. Recuerda que el monarca no participó en la redacción de la Constitución y que la transición estuvo marcada por presiones desde arriba y conflictos sociales desde abajo. “Ahora parece que el rey emérito reclama comprensión, pero eso revela una falta de percepción política”, añade.
El auge de la ultraderecha y la quiebra de valores
En un momento en que casi un 20% de los jóvenes considera que una dictadura podría ser una buena forma de gobierno, Casanova alerta: “No solo ha fallado la enseñanza, sino que estamos ante una quiebra de valores que creíamos universales”. Apunta a factores globales como la influencia de líderes como Trump y el impacto de las redes sociales: “Todo lo que hizo grande la democracia española se cuestiona, y eso es preocupante”.
El historiador concluye que el modelo europeo de Estado social, basado en derechos, sanidad y educación pública, “se está quebrando” y que la sociedad civil, junto a la política, tiene responsabilidad en esta deriva.




