Sin ascensor y con goteras: el IES Domingo Miral reivindica “obras necesarias”

Los profesores del IES Domingo Miral han recopilado una serie de deficiencias en el edificio al que acuden más de 400 alumnos diariamente. Hablan de falta de espacio y de otras reivindicaciones que no cumplen incluso con la legalidad, como la falta de accesibilidad. Piden ascensor, inversiones en nuevas ventanas, más aulas o cambio de una cubierta que genera goteras y mantiene una parte de amianto.

Hablan de reformas necesarias para rejuvenecer un edificio de casi un siglo de edad que es sólido y está bien construido, pero necesita inversión.

Son deficiencias que están informadas desde hace años, explican, por lo que urgen a actuar al Departamento de Educación del Gobierno de Aragón y también al Ayuntamiento de Jaca.

Respuesta de la DGA

Desde la DGA explican que esta legislatura se encontraron con un los centros en una situación “lamentable” y que han iniciado un plan de revisión de todos los centros aragoneses. En este instituto hay un proyecto realizado para intervenir en las cubiertas a lo largo de 4 fases, en 4 años, pero las obras nunca han llegado a materializarse, consideran los profesores del centro, por falta de impulso para conseguir una empresa adjudicataria. "A estas alturas, con las elecciones ya convocadas, habrá que esperar a presupuesto".

Comunicado de docentes del IES Domingo Miral:

UN EDIFICIO PÚBLICO INADECUADO Y PRESUNTAMENTE ILEGAL

El edificio del IES Domingo Miral fue construido durante los años 30 del siglo pasado pero, por avatares históricos, no alojó al actual instituto hasta el año 1961, cuando reinició sus clases tras una primera época durante la República. En el año 1985 se realizó una ampliación sobre la estructura original en la zona Sur. El edificio se compartió hasta el año 2012 con el Instituto Pirenaico de Ecología, que ocupaba casi la totalidad del ala N del edificio.

Estamos hablando de un ya vetusto edificio cuyas instalaciones apenas han recibido en más de 60 años las necesarias reformas de mantenimiento y adecuación a los tiempos actuales y que carece de instalaciones hoy día esenciales, incluso con rango de imperativo legal, como un ascensor. Por otra parte, la zona que ocupaba anteriormente el IPE (380 metros cuadrados) lleva cerrada y abandonada ya la friolera de 13 años, periodo en que se han ido sucediendo por parte de las administraciones (de distinto color político) promesas de adecuación de dichas instalaciones (incluida una por parte de la consejera de educación en funciones en una visita durante la campaña electoral de 2019) para, entre otros usos, la muy necesaria ampliación del instituto.

A partir precisamente de las elecciones del año 2019, el edificio desapareció como colegio electoral debido a sus problemas de accesibilidad. El hecho de que para unos acontecimientos puntuales como unas elecciones se puede considerar el edificio como no apto pero sí lo sea para la vida cotidiana de un centro educativo se podría considerar como una tomadura de pelo a la Comunidad Educativa del IES Domingo Miral.

Pasamos a detallar un decálogo de deficiencias que detectamos en el edificio hasta el punto de considerarlo no sólo inadecuado para el uso diario sino incluso presuntamente ilegal:

1. Desarrollamos nuestras actividades en un edificio público no accesible. Existen una serie de escaleras en el interior en los que no se ha instalado ninguna rampa de acceso (sólo se ha instalado en las escaleras de la entrada). Pero lo realmente inconcebible es la inexistencia de un ascensor que de acceso a la planta superior.  El alumnado que ha sufrido algún tipo de traumatismo o lesión se ve obligado a subir las escaleras con muletas. Por otra parte, los conserjes y demás personal (operarios externos y también profesores) se ven obligados a acarrear grandes cargas por unas escaleras (con las lógicas infracciones a la normativa laboral). Cuando alguna persona con movilidad reducida tiene que acceder al centro (estudiante, docente u otro miembro de la Comunidad Educativa), al no poder acceder ni desplazarse de forma autónoma por el piso superior, se ha de movilizar a buena parte del alumnado para que pueda esta persona pueda ser atendida sólo en la planta baja.
2. El tejado se encuentra en un estado lamentable que hace que en los días de lluvia y de nieve aparezcan goteras y filtraciones. Aun siendo reparados frecuentemente a cargo del presupuesto del Centro para gastos corrientes, esto genera finalmente la aparición de hongos y también problemas de seguridad, pues el suelo se torna resbaladizo cuando se moja antes de que se instalen los habituales cubos de recogida de agua. Debido al largo tiempo que la cubierta se encuentra sin reparar de forma efectiva, empiezan a aparecer severos problemas de humedades en techos y columnas que incrementan el riesgo de que aparezcan derrumbes.
3. Un asunto que causa especial preocupación por la implicación en la salud de las personas que acudimos diariamente al centro es la presencia de placas de uralita en los tejados de los espacios correspondientes a la ampliación del año 1985. La Uralita es un material de construcción de fibrocemento compuesto de cemento y fibras de amianto, sustancia que puede producir asbestosis y cáncer, razón por la que está prohibido su instalación desde el año 2002. La ley obliga a la retirada de este material cuando el material está deteriorado, dañado, o cuando se realizan reformas y demoliciones. Desconocemos el estado de las placas de uralita pero hay que tener en cuenta que su vida útil se cifra en 30-50 años y se instalaron hace ya más de 40 años, por lo que no somos muy optimistas hasta el punto de considerarlos una muy seria amenaza para la salud de alumnado, profesorado y demás usuarios que acuden por las tardes. Por otra parte, el RD 396/2006 establece la normativa de la retirada de esta sustancia cancerígena, que incluye perimetrar el área de retirada, impidiendo el acceso al personal ajeno a los operarios.
4. El injustificable e inaceptable retraso en la ejecución de la ampliación prometida reiteradamente, nos ha obligado a asumir, ya durante demasiados cursos, un déficit en aulas que nos obliga a impartir clases en el pasillo, en los laboratorios (espacios inadecuados para clases por motivos de comodidad y seguridad) o en espacios diminutos incompatibles con un mínimo de confort y operatividad. Debido a este problema, existen grupos itinerantes que no poseen un aula de referencia.
5. Relacionado con la anterior deficiencia es la ausencia (o inadecuación por el escaso tamaño) de despachos para algunos Departamentos Didácticos, el exiguo espacio para instalar la conserjería y la inexistencia de uno o dos salas de recepción para las entrevistas con las familias que sean adecuados y estén correctamente ubicados.
6. Las ventanas son muy obsoletas y la madera de las que están hechas está bastante deteriorada, lo que provoca entradas de agua desde el exterior, añadiendo más filtraciones en las paredes. No poseen el aislamiento propio de instalaciones del siglo actual, son de vidrio simple y además no cierran bien, por lo que se producen fugas de calor que incrementan los costes en calefacción. Por otra parte, se mantiene una instalación chapucera de persianas situadas en la parte interior que entorpece mucho la apertura de ventanas para ventilar (importante en aulas llenas y laboratorios) y se estropean frecuentemente (incluso con un uso considerado normal), incrementando de nuevo los gastos comunes del instituto.
7. Existe un déficit claro de aseos, antiquísimos además, para el alumnado. Se disponen de 4 WC en el baño de la planta superior, 3 WC y 2 urinarios en el baño de chicos de la planta inferior y 3 WC en el baño de chicas de la mima planta. Todo ello para más de 400 estudiantes del turno de diurno y teniendo en cuenta que, según el RRI, han de acudir únicamente de forma ordinaria en los periodos de recreo. Los aseos para personal docente y no docente también son claramente insuficientes: 2 baños para un colectivo de más de 60 personas. Todos estos datos evidencian la necesidad de reformar y ampliar los aseos del instituto.
8. En algunas áreas se han detectado termitas en instalaciones de madera, antiquísimas también, cuya erradicación supone otro gasto más para el centro.
9. Algunos profesionales, por su horario (el Centro imparte clases en turnos de diurno, vespertino y nocturno) y por su lugar de residencia (se deben desplazar desde otra localidad), se ven obligados a permanecer en el centro durante la hora del almuerzo. Quedaría pendiente una inversión con el fin de acondicionar un espacio con toma de agua y de electricidad, además de mobiliario adecuado, para que pudiesen realizar el almuerzo en unas condiciones dignas.
10. Por último, añadimos también ciertas reformas necesarias para rejuvenecer un edificio de casi un siglo de edad que, en realidad, es muy sólido y está bien construido. Esto incluiría unas cuantas manos de pintura en interior y exterior, cambio de baldosería y de revestimientos de madera, actualización de las salas de informática, revisión de la instalación de la calefacción y de los radiadores, etc.

Como conclusión, debemos resaltar que el edificio en que se encuentra el IES Domingo Miral es de titularidad pública y, por tanto, propiedad de todos los aragoneses y de todos los jacetanos. Entendemos, por tanto, que son las instituciones que nos representan, en este caso la D.G.A. y el Ayuntamiento de Jaca, los que tienen la obligación de que se cumpla con la legislación vigente en cuanto a la dotación y el mantenimiento de los edificios públicos en general y del nuestro en particular. Como colectivo, no descartamos iniciar movilizaciones en caso de que no se vaya avanzando en el cumplimiento de nuestras reivindicaciones.