¿Puede una mesa de Navidad resolver el problema de la vivienda?

Zaragoza

Hace dos mil años, la falta de alojamiento llevó a María y José a un pesebre. Hoy, la escasez de vivienda y los precios desorbitados son el pesebre moderno para miles de jóvenes y familias. ¿Cómo se resuelve? Sentados a la mesa, dice Javier Burón, experto en vivienda.

La imagen del portal de Belén nos recuerda historias de sintecho y refugiados. Pero si acercamos el foco, el problema actual es otro: la vivienda cara e inaccesible. Jóvenes y no tan jóvenes comparten piso hasta los 40 años, mientras los boomers disfrutan de propiedades adquiridas en tiempos más favorables.

Javier Burón, autor del libro El problema de la vivienda y exresponsable de políticas habitacionales en País Vasco, Navarra y Cataluña, plantea que la solución pasa por un diálogo generacional. “Este debate está en nuestras casas, en nuestras familias. Propietarios, inquilinos, rentistas y quienes comparten piso se sientan hoy en la misma mesa”, señala.

Burón recuerda que cada generación recibió algo distinto: los boomers, vivienda protegida; la generación X, hipotecas caras; los millennials, alquileres cada vez más difíciles. Ahora, los más jóvenes se enfrentan a la perspectiva de compartir piso indefinidamente. “Nos habíamos dado unas normas: si cumplías con tu parte del contrato social, podías aspirar a una vivienda. Ese pacto se ha roto”, advierte.

La propuesta es clara: diálogo y medidas públicas, pero también un gesto privado. “Hay que bajar un tantito la rentabilidad de ciertos activos inmobiliarios. No es perder dinero, es permitir que otros hagan su proyecto de vida. Si mucha gente lo logra, el país irá mejor”, concluye Burón.