Falta de recursos en cuidados paliativos: Aragón solo dispone de 26 camas y ocho equipos
La Asociación Española contra el Cáncer y la de Cuidados Paliativos, CURISAR reclaman más medios especializados en hospitales y en la atención domiciliaria durante las 24 horas del día
ESAD, Equipo de Atención Domiciliaria de Cuidados Paliativos en Zaragoza
Zaragoza
La atención a pacientes en el final de la vida sigue siendo insuficiente en Aragón. Actualmente, la comunidad cuenta únicamente con 26 camas específicas para enfermos de cuidados paliativos, todas ellas en el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza, y nueve equipos de soporte domiciliario (ESAD), uno por cada sector sanitario.
La Asociación Aragonesa Contra el Cáncer y la Asociación de Cuidados Paliativos CURISAR reclaman más recursos especializados, especialmente en días festivos como los actuales. Los profesionales "tienen que hacer malabares de intentar priorizar los pacientes que tengan más necesidades, que estén peor, que tengan más sufrimiendo", pero aún con todo "los enfermos se sienten más vulnerables y, si su estado se agrava, muy a menudo tienen que acudir a urgencias hospitalarias”, explica Santiago Trueba, médico de uno de los ESAD.
Más horario de atención en domicilio
Además, la atención domiciliaria no se presta las 24 horas del día ni en fines de semana o festivos, lo que limita la cobertura. En algunos casos, el horario se reduce a lunes a viernes, de 8:00 a 15:00 horas.
Desde la AECC en Huesca, José Manuel Ramón y Cajal subraya que “sólo tenemos 26 camas de paliativos” y denuncia "que no existen recursos hospitalarios, salvo las del San Juan de Dios de Zaragoza, el resto no tiene".
Un plan con previsión
A nivel nacional, se estima que el 38% de los pacientes en el final de la vida no accede al tratamiento que necesita, y en Aragón los recursos son insuficientes para cubrir todas las demandas.
Las asociaciones reclaman también espacios específicos en los grandes hospitales, como ocurre en otras comunidades, y un plan que garantice y planifique con tiempo las necesidades de estos pacientes. El objetivo, insisten, es ofrecer una atención digna y continua en el final de la vida.
