La actriz Anna Castillo recibe el Premio Ciudad de Huesca Carlos Saura de la 48ª edición del Festival Internacional de Cine de Huesca en formato virtual. Serán en un encuentro online junto al reconocido cineasta altoaragonés que da nombre al galardón y donde ambas figuras comparten su visión sobre la fragilidad del actor y la importancia de la relación con el realizador en un rodaje; «si un director te ha elegido por algo, que confíe en ti, que te de seguridad», afirma Castillo. Un pensamiento que comparte el propio Saura. La ganadora de un premio Goya y poseedora de una filmografía donde aparecen títulos tan destacados como El olivo, La llamada o Viaje al cuarto de una madre; se muestra ilusionada por este reconocimiento que destaca su proyección, una muestra de que «la gente sigue confiando en mí y en mi carrera». El galardón supone para Anna Castillo un fuerte estímulo, una demostración de que «la gente sigue confiando en mí y en mi carrera». La entrega virtual se enmarca en un encuentro junto a uno de los nombres más destacados de la cinematografía española, el cineasta altoaragonés que da nombre el galardón. Anna Castillo y Carlos Saura son dos talentos, uno emergente y otro consagrado, que comparten vivencias y reflexiones en una charla moderada por el escritor y cineasta Luis Alegre. La relación entre interprete y realizador en el rodaje ha sido uno de los ejes vertebradores de esta conversación. «Si un director te ha elegido por algo, que confíe en ti, que te de seguridad», enfatizaba Castillo tras escuchar al propio Saura defender la figura del interprete ante la dificultad de afrontar los primeros días de un rodaje, «si has elegido bien, tienes que dejar que el actor se realice a sí mismo». La premiada declaraba igualmente la pasión por su profesión, un trabajo que le da la posibilidad «de sentir, de que te pasen muchas cosas, de vivir muchas vidas»; aunque mantiene en todo momento los pies en el suelo y si en algún momento «deja de hacerme tan feliz como me hace ahora o tengo otras inquietudes, tengo la esperanza de reconducir mi vida, aunque siempre tendrá que ver con lo artístico». A la hora de trabajar, Castillo asegura estudiar mucho los personajes a nivel psicológico para llegar a entenderlos; una labor que por otro lado consigue separar perfectamente en su vida de diario. Una realidad cotidiana de la que desprende su afición por la cocina o su gran interés por el coach actoral. Una serie de revelaciones que culmina con uno de los momentos más importantes de su carrera, que fue durante el rodaje de La llamada. Un proyecto al que se mantuvo ligada durante cinco años entre la obra de teatro y el largometraje; «me sentí muy realizada, como que el empeño había merecido la pena» concluye. UNA CARRERA FULGURANTE Anna Castillo (Barcelona, 1993) liga su vida a la interpretación desde que era una niña. Con tan solo 12 años se une al grupo musical sp3 y a los 15 años se incorpora a uno de los programas referentes para el público infantil de la Televisió de Catalunya: Club Super3. Su debut en el largometraje se produce en 2010 con Blog de Elena Trapé. Ese mismo año debuta en el musical A de Nacho Cano y se incorpora al reparto de la serie de Antena 3, Doctor Mateo. Promoción Fantasma de Javier Ruiz Caldera se convierte en su segunda película, para en 2013 participar en la serie Amar es para siempre de Antena 3. Su papel en la ficción televisiva lo compagina hasta 2014 con el musical La llamada. El año 2015 se convierte en clave para su carrera, El Olivo de Icíar Bollaín le granjea el Premio Goya como Actriz Revelación y además participa en series tan destacadas como El Ministerio del Tiempo, Paquita Salas y Estoy vivo. Oro de Agustín Díaz Yanes y la adaptación cinematográfica de la obra La llamada son sus siguientes proyectos, obteniendo por este último la nominación al Premio Goya en la categoría de Mejor Actriz de Reparto. En los últimos años ha triunfado con Viaje al cuarto de una madre, ópera prima de Celia Rico, la serie de Movistar +, Arde Madrid, Adú de Salvador y la serie de Mariano Barroso para Movistar +: La línea invisible. Próximamente la volveremos a ver en la gran pantalla con La vida era eso de David Martín de los Santos. Content not defined