Aragón muestra su malestar con el programa de reintroducción del oso en el Pirineo occidental
Recientemente la Oficina Nacional de Caza y Vida Silvestre de Francia avistaba ejemplares a unos 15 km de la frontera con Somport
La prefectura de Pirineos Atlánticos y una representación de los gobiernos de la Comunidad Foral de Navarra y de la Comunidad Autónoma de Aragón, así como de las delegaciones del gobierno de ambas comunidades, mantenían una reunión este viernes; un encuentro que solicitaron desde la delegación francesa para dar a conocer su plan de reintroducción del oso en los pirineos occidentales.
El Pirineo francés cuenta de 41 ejemplares de oso pardo en el pirineo central y dos osos en los pirineos occidentales. El programa de reintroducción quiere reforzar la presencia en esta última zona con la aportación de dos osas procedentes de Eslovenia. El objetivo es conseguir su expansión para interaccionar estas dos zonas oseras. Está prevista para esta actuación para otoño de este mismo año.
Por la representación aragonesa, también participaban Francisco Pascau, secretario de la subdelegación del Gobierno en Huesca; Jose Luis Abad, delegado del Gobierno en Huesca; José Miguel Malo, director provincial de Huesca Desarrollo Rural y Sostenibilidad; Jesús Insausti, jefe de servicio de Espacios Naturales.
Cabe recordar que la Oficina Nacional de Caza y Vida Silvestre de Francia publicaba a finales de mayo varios videos que muestran los osos que han conseguido captar en dos puntos de los Pirineos franceses, uno en torno a Urdos, a unos 15 km de la frontera del Somport, y otro cerca de Laruns, a unos 29 km de la frontera del Portalet.
El número mínimo detectado en 2017 por el equipo dedicado a seguir la presencia del oso es de 43 ejemplares en todo el Pirineo. En los Pirineos occidentales se identificaron 2 varones adultos (Néré y Rodri). En el centro-este de los Pirineos se identificaron, en 2017, 41 individuos diferentes.
Francia ha puesto en marcha un "Plan de Acción del oso pardo 2018-2028", un documento que plasma la voluntad política del país galo durante los próximos diez años para preservar las especies en peligro de extinción.
