Barbastro celebra la romería a la Virgen del Plano
La misa se celebrará en el interior de la iglesia tras su rehabilitación<br>
La romería tradicional a la Virgen del Plano se celebrará este domingo tras dos años de paréntesis por la situación sanitaria de pandemia. Joaquín Trujillo, coordinador de la Unidad Pastoral de Barbastro, presidirá la misa, a las 13:15 horas, en el interior de la iglesia, donde no se han celebrado cultos religiosos desde hace casi veinte años por el desplome de algunas estancias, entre ellas la sacristía.
Las labores de desescombro y tapiado de puertas, realizadas hace una semana, permiten la posibilidad de celebrar misa y acto de exaltación a la Virgen, según informa María Pilar Toro, priora de la Cofradía. Al mediodía, se compartirá un vino español con asistentes a la romería donde colaboran Ayuntamiento, comercios y empresas. En los días previos, la brigada municipal ha realizado trabajos de limpieza y mantenimiento en la zona verde circundante donde se han reparado los desperfectos causados en el tobogán.
En los cinco años últimos (2018-2022) la Junta Directiva ha invertido 5.300 euros para instalar el cercado metálico de 1’5 metros de altura en 142 metros de superficie perimetral para evitar más destrozos en el interior de la ermita que fue objeto de desmanes por falta de protección. La inversión reciente por más de 4.000 euros ha sido para realizar tareas de desescombro interior y obras accesorias con recursos propios procedentes de cuotas de cofrades y venta de Lotería.
La referencia más antigua sobre advocación mariana a la Virgen del Plano data de 1595 cuando el Cabildo iba en procesión según el historiador Gabriel Sesé Se constata en Actas del Cabildo y referencias en el libro “Santuarios y ermitas marianas de la Diócesis de Barbastro” (1953) de Ambrosio Sanz, arcediano de la Catedral y por el historiador Juan José Nieto, en 2011.
Los bienes de la Cofradía desaparecieron con la desamortización y en la ermita actual, de construcción más reciente, se celebraron romerías y fiestas sociales hasta junio de 1997. La Cofradía recuperó la costumbre tras un largo paréntesis donde hubo abandono y deterioro progresivo en iglesia y vivienda. En los escombros de la sacristía salieron baldosas hechas por el barbastrense Gregorio Gavín.